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¿Qué pasa con el "lobby" farmacéutico?

Las sospechas de que la alarma generada ante la pandemia de Gripe A se exageró para justificar ingentes beneficios al todopoderoso "lobby" farmacéutico no puede quedarse sin consecuencias

son muchas ya las voces, son muchos ya los datos y son muchos ya los indicios que apuntan a lo que puede ser uno de los mayores escándalos médicos de este siglo, como apuntó la pasada semana el presidente de la Comisión de Salud del Consejo de Europa, Wolfgang Wodarg, al afirmar categóricamente que la alarma creada por la pandemia de la gripe A había sido un montaje creado de forma artificial por el lobby farmacéutico y la OMS con la finalidad de obtener ingentes beneficios a través de las vacunas médicas. Esta teoría, que ya circuló en los inicios de la alarma de la gripe pandémica, va cobrando fuerza con el paso de los meses y cuando se va comprobando que los escenarios catastróficas que emanaban desde la organización sanitaria mundial, y asumidos como verdades absolutas por las diferentes administraciones de los países, no sólo no se han cumplido sino que ni siquiera han llegado a aproximarse en los porcentajes más mínimos. Baste señalar, por ejemplo, que en la CAV tan sólo se han producido el 0,4% de los fallecimientos previstos en el peor escenario. Lo que es un hecho incuestionable es que tres grandes firmas farmacéuticas se han embolsado la friolera de 4.000 millones de euros, sufragados por los diferentes gobiernos en una situación de crisis y recesión, a través de las vacunas y que sólo dos países, Polonia y Cuba, se negaron desde el principio a participar en los esquemas que emanaban desde la OMS. En unos días en donde se está cuestionando determinadas actitudes y modos de funcionamientos de otro de los lobbys que controlan el mundo, la banca, quizás haya llegado el momento de plantar cara también a nivel mundial a unas industrias como las farmacéuticas que hacen de la salud un negocio más allá de los limites racionales y tolerables. Debe ser una obligación de cualquier gobierno sensato llegar hasta el fondo en la investigación sobre lo ocurrido con la gripe A y si, efectivamente, se llega a la conclusión de que se hinchó la alarma para vender más vacunas actuar con una contundencia que nunca hemos conocido contra el poderoso lobby de la industria farmacéutica. Alguien, aunque sea Obama, le tiene que poner el cascabel al gato de una vez por todas.