Horas después de que Rusia asegurara haber golpeado el cuartel general del Mando Sur ucraniano, situado en el puerto del mar Negro de Odesa, las autoridades ucranianas evitaron ayer pronunciarse sobre la veracidad de esta información ofrecida por el Ministerio de Defensa de Rusia.

Los medios más influyentes de Ucrania no recogieron la declaración sobre este supuesto golpe al cuartel general del Mando Sur ucraniano del Ministerio de Defensa ruso, que no dio detalles sobre las consecuencias del supuesto ataque.

Las autoridades regionales y el Ejército ucraniano sí informaron a través de sus canales oficiales a lo largo del miércoles de un ataque con tres misiles balísticos Iskander-M lanzado la noche del martes por las fuerzas rusas contra Odesa en el que han muerto tres personas.

El Mando Sur ucraniano informó en las redes sociales de la destrucción de “edificios administrativos y residenciales” y de infraestructuras médicas y educativas. “Se están llevando a cabo medidas antisubversivas para encontrar a posibles cómplices de los terroristas rusos”, dice el mensaje.

El portavoz de la Fuerza Aérea Iliá Yevlash afirmó ayer en el servicio nacional televisivo de noticias que Rusia dirigió su ataque con los tres misiles balísticos Iskander-M contra “zonas densamente pobladas de Odesa”. Yevlash recordó que los misiles balísticos son particularmente difíciles de derribar y subrayó que los únicos medios capaces de interceptarlos que Ucrania tiene a su disposición son los sistemas de misiles de fabricación estadounidense Patriot.

El portavoz militar insistió en que Ucrania no tiene suficientes sistemas Patriot para proteger todo su territorio y apremió a sus aliados a enviar más baterías de este tipo.

El Defensor del Pueblo ucraniano, Dmitró Lubinets, denunció que el último ataque ruso contra Odesa ha provocado daños en la representación que la institución que dirige tiene en esta ciudad del sur de Ucrania que es atacada prácticamente cada semana con drones y misiles por Rusia.

Los soldados piden más ayuda

Mientras tanto, militares ucranianos que combaten en el frente del este celebraron el desbloqueo de la ayuda de EEUU, pero advirtieron de que Ucrania necesita más soldados y un salto cualitativo en el nivel de apoyo de sus aliados para conseguir una victoria a la que no ven alternativa. “Ha mejorado la moral en el Ejército, evidentemente”, dice Oleksandr, un antiguo encargado de almacén que se alistó como voluntario al comienzo de esta guerra y forma parte del pelotón de apoyo de fuego del batallón Svoboda de la Guardia Nacional ucraniana.

Tras medio año de vacilaciones, el Congreso de EEUU aprobó en abril una nueva partida de más de 60.000 millones de dólares para financiar nueva ayuda militar a Ucrania que ya ha comenzado a llegar al frente.

La interrupción del flujo de ayuda estadounidense dejó a Ucrania sin munición suficiente para repeler los ataques de Rusia, que lo ha aprovechado para ganar terreno en la región oriental de Donetsk.

Los soldados ucranianos confían en que este material militar sirva para detener los avances rusos, pero alertan de que Ucrania sólo podrá volver a recuperar territorios si se agiliza el ritmo de la ayuda y se dota al Ejército de Kiev con la calidad y la cantidad de armamento que precisa. “Todo dependerá de eso”, dice Anton Bosuy, que regresó de Dinamarca hace más de dos años para unirse al Ejército y combate con el pelotón cerca de Spirne (Donetsk), menos de cuarenta kilómetros al noreste de la ocupada Bajmut.

Bosuy ilustra con un ejemplo la inferioridad ucraniana en tecnología militar que, a su juicio, podría corregirse con un apoyo occidental más decisivo: “Estamos utilizando lanzagranadas soviéticos AGS fabricados en la década de 1960, mientras que los rusos cuentan con lanzagranadas modernos”.

El alcance de los AGS ucranianos, explica, es de 1,7 kilómetros, muy inferior a los 2,5 kilómetros que alcanzan los lanzagranadas que utiliza Rusia. Estos militares insisten en que no existe alternativa al envío de más y mejor material “de ataque y no simplemente de defensa”, y relativizan la importancia de la instrucción militar que ofrece a los ucranianos Occidente, al considerar que su Ejército está más preparado.

Avdivka

  • Rusia toma dos localidades. Las fuerzas rusas continúan ganando terreno en la región de Donetsk del este de Ucrania, donde han tomado las localidades de Keramik y Novokalinove, ambas situadas al norte de la ocupada Avdivka, según informó el influyente canal de Telegram ucraniano DeepState. La caída en manos rusas de estos dos pueblos no ha sido, por el momento, confirmada oficialmente por las autoridades ucranianas. Las fuerzas rusas tomaron la iniciativa en el frente el pasado mes de otoño, tras agotarse sin los resultados esperados la contraofensiva terrestre ucraniana que empezó en verano. Rusia ha logrado desde entonces modestos avances que se han incrementado en los últimos días con la toma de varias localidades situadas al norte y al noroeste de Avdivka.