El primer ministro británico, Rishi Sunak, consiguió este martes mantener vivo en el Parlamento su proyecto de ley para deportar a inmigrantes indocumentados a Ruanda, pese a la abstención de miembros del ala dura de su propio Partido Conservador.

El proyecto consiguió el apoyo en segunda lectura de 313 diputados en la Cámara de los Comunes, frente a 269 que lo rechazaron, pero todavía se enfrenta a un duro camino para su aprobación final, que se considera decisiva para el futuro político de Sunak.

La mayoría de 44 votos, más amplia de lo que se preveía después de que cinco grupos del ala derechista de los 'tories' anunciaran que se abstendrían, permite a Sunak no convertirse en el primer jefe de Gobierno que pierde una votación en segunda lectura desde 1986.

El primer ministro reaccionó a la victoria a través de la red social X, donde escribió que "los británicos deben decidir quién puede venir a este país, no las bandas criminales ni los tribunales extranjeros", por lo que su plan debe convertirse en ley para "que salgan los vuelos a Ruanda y frenar las pateras".

El proyecto de ley -publicitado por el Ejecutivo como la pieza legislativa "más dura contra la inmigración" de la historia británica- tiene el objetivo de que los tribunales no puedan frenar los controvertidos vuelos a Ruanda para expulsar a inmigrantes que entraron ilegalmente en el país.

Sin embargo, para la facción más derechista del partido, que impulsó el Brexit, el texto se queda corto y debería ir más lejos para impedir a los solicitantes de asilo recurrir su expulsión ante la Justicia.

El líder del 'brexitero' European Research Group, Mark Francois, dijo a los medios minutos antes de la votación que su grupo no apoya le ley en su actual redacción, por lo que se iban a abstener, pero que negociará con el Gobierno para endurecerla antes de su votación en tercera lectura.

Francois dijo que si sus enmiendas no se aceptan "se reservan el derecho" de votar en contra en la próxima ocasión, que será ya probablemente en enero.