La Fiscalía chilena abrió una investigación para dar con el paradero de un arsenal extraviado perteneciente al dictador Augusto Pinochet (1915-2006), después de que una de sus pistolas apareciera en manos de un joven acusado de narcotráfico al sur del país.

El pasado lunes, durante una operación policial en la ciudad de Valdivia, 744 kilómetros al sur de Santiago, en la región de Los Ríos, efectivos de seguridad hallaron una pistola tipo Pietro Beretta calibre 380 inscrita a nombre del tirano, arma denunciada por extravío desde 2014 y que destapó la existencia de otras 18 cuya ubicación se desconoce.

Varias pistolas tipo Glock, Colt, SIG Sauer, Zick, revólveres Taurus y un fusil forman parte de ese arsenal perdido a nombre de Pinochet, según consignó el medio local La Tercera tras acceder al parte policial registrado en la 53º Comisaría de Carabineros de Lo Barnechea, en la región Metropolitana.

La denuncia fue interpuesta por el hijo menor del exgeneral, Marco Antonio Pinochet Hiriart, quien habría hecho un inventario de las pertenencias de su padre percatándose de la ausencia de estas armas.

"Hasta la fecha de la denuncia, a saber, 30 de abril de 2014, no han sido encontrados, por lo que presume que hayan sido regalados, o vendidos por su padre, desconociendo las identidades de las personas que podrían tener dichos armamentos", señala el documento.

Si bien el parte original no dio pie a una investigación judicial, tras los hechos acaecidos en Valdivia el Ministerio Público abrirá una investigación ante la posibilidad de que estas armas estén circulando en el mercado negro o estén ya en manos de organizaciones criminales.

Chile, uno de los países más seguros de la región, vive un aumento de la violencia, que en los últimos meses ha dejado tres agentes muertos en distintos procedimientos.

De acuerdo con la Subsecretaría de Prevención del Delito, en 2022 se registraron 934 homicidios, lo que implica una tasa de 4,7 asesinatos por cada 100.000 habitantes -muy por debajo de la media regional- y supone un aumento del 34,33% con respecto al año anterior, cuando hubo 695 homicidios.

Otro dato relevante es que durante 2022, según un informe de la Policía de Investigaciones (PDI), el uso de armas de fuego en homicidios aumentó 45,9%, y su distribución al interior del crimen organizado es una de las mayores preocupaciones del Gobierno.