Ucrania acelera los preparativos de la contraofensiva mientras espera la llegada de más armamento occidental, elemento clave para el éxito de sus planes de expulsar a las tropas rusas, que recurrieron a Irán para completar sus disminuidos arsenales. El mando militar ucraniano se prepara para lanzar la contraofensiva en mayo, informó el periódico estadounidense The New York Times (NYT), que citó documentos secretos del Pentágono filtrados a la prensa. “Según los documentos del Pentágono, y que dan una idea del cronograma de Kiev, se espera que 12 brigadas ucranianas, de 4.000 hombres cada una, estén listas para fines de abril”, señaló el periódico.

El digital ucraniano Ukrainska Pravka reveló que a comienzos de este mes el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, designó a diez hombres de su absoluta confianza como supervisores del abastecimiento con pertrechos de las brigadas que participarán en la operación.

Aunque el mando militar ucraniano no comparte, según el NYT, los detalles de su planes con las autoridades estadounidenses, se espera que la contraofensiva se desarrolle en el frente sur a lo largo de la costa del mar de Azov, con el objetivo de cortar la franja que ocupó Rusia para unir por tierra la península de Crimea a su territorio.

“En la primera línea, junto a la ciudad de Guliaipole se encuentran concentrados más de 10.000 combatientes ucranianos”, dijo a la agencia rusa RIA Nóvosti Vladímir Rógov miembro del consejo de la administración instalada por Rusia en la región sureña de Zaporiyia.

¿Rusia a la defensiva?

Mientras, la Inteligencia británica indicó en su informe de ayer que, a juzgar por la disminución del número de bajas en sus filas, las tropas rusas probablemente han pasado a la defensa. Según sus expertos, las pérdidas rusas diarias en abril se redujeron en aproximadamente un 30%, después de que en los tres meses anteriores fueran especialmente elevadas, de acuerdo con los datos del Estado Mayor General de Ucrania.

Tras admitir que no puede verificar la metodología concreta que utilizan los militares ucranianos para contabilizar la bajas rusas, constató que “la tendencia probablemente es exacta”. “Es muy probable que las pérdidas de Rusia se hayan reducido, ya que su intento de ofensiva en invierno no logró sus objetivos, y las fuerzas rusas ahora se concentran en prepararse para las operaciones ofensivas de Ucrania”, añadía el informe.

Por su parte, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, salió ayer al paso a las declaraciones de expertos occidentales y ucranianos acerca de que la industria militar rusa no es capaz de satisfacer las necesidades del Ejército. “Al comienzo, hace un año, nuestros enemigos decían: se les acabarán los misiles, se les acabarán la municiones, se les acabarán los tanques y otras cosas”. Nada de eso ha ocurrido”, recalcó Medvédev, presidente de Rusia entre 2008 y 2012.

Insistió en la que industria militar rusa puede cumplir “cualquier tarea” y que esto se refiere a la producción de armas de alta precisión.

Ambos bandos

La portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, instó ayer a las autoridades de Rusia y Ucrania a investigar las informaciones sobre supuestas órdenes de ejecución de prisioneros de guerra por parte de ambos bandos en el marco de la invasión rusa. “Pedimos urgentemente a las partes que investiguen y condenen públicamente las grabaciones de audio que se han difundido a lo largo del fin de semana y en la que varias personas presuntamente relacionadas con el conflicto en Ucrania ordenan ejecutar a prisioneros”, aseveró.

Ataque ruso

Las fuerzas rusas lanzaron ayer un ataque contra el museo de historia local de la ciudad ucraniana de Kupiansk, en el este del país, que se saldó con al menos un muerto –una empleada–y diez heridos, según el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.