El Irudek Bidasoa Irun ha anunciado este viernes el regreso del pivote irundarra Iñaki Peciña a la disciplina de Artaleku. Lo hará por dos años, tal y como ha confirmado el presidente bidasotarra, Gurutz Aginagalde, que ha calificado la vuelta como “una gran noticia a nivel de club, que es motivo de alegría y motivo de agradecimiento”.
“Somos conscientes de que por su parte a nivel de ofertas tenía ofertas muy importantes encima de la mesa”, ha asegurado Aginagalde, que ha considerado que para “cualquier jugador o jugadora del club el ejemplo de Iñaki tiene que ser un ejemplo a seguir porque encarna perfectamente los valores del club: la formación, el esfuerzo, el trabajo y la ambición”.
“La vuelta de Iñaki supone mucho más que un refuerzo de alto nivel a nivel deportivo”, ha asegurado el máximo dirigente bidasotarra, que ha comparecido junto al propio balonmanista, que en junio termina contrato con el Chambéry de la máxima categoría francesa, y el vicepresidente deportivo Gorka Wamba. Para Aginagalde, la noticia del regreso de Peciña “es, como club, una definición de que tiene buenas raíces, de que tiene un buen presente y también un gran futuro por delante”.
"Muy pendientes de su situación"
Wamba ha explicado que en la entidad de Artaleku han vivido “el proceso de manera muy intensa, porque siempre hemos estado muy pendientes de la situación de Iñaki con la intención de que pueda venir”.
“Tenía ofertas importantes fuera de Irun”, ha reconocido el vicepresidente dorado, que ha valorado “el hecho de que en su decisión haya pesado el volver a casa, el unirse al proyecto, el poder competir al máximo nivel en Europa y en Liga con nosotros y, a su vez, poder sumar de cara al futuro para que el Bidasoa y el proyecto sigan creciendo”.
Refuerzo de la defensa
Con el regreso de un jugador de la cantera, circunstancia siempre importante en un club como el dorado, la entidad guipuzcoana ha optado por reforzar el entramado defensivo, donde cuenta con dos jugadores específicos como Matheus Francisco da Silva y Marko Jevtic, renovados por una temporada, además de Jakub Sladkowski (en Guadalajara), que apunta a una última cesión, sin contar con los balonmanistas que pueden defender en el centro de la zaga.
Además, los tres tienen capacidad ofensiva, por lo que la dirección deportiva confía en que la plantilla tenga más opciones ante cualquier eventualidad, como por ejemplo la que vivió con la lesión del brasileño la víspera del choque en Granollers.
"Contento y con gran responsabilidad"
El regreso de Iñaki Peciña (Irun, 1988), que abandonó la disciplina irundarra en 2010 (“no tiene nada que ver el club que dejé atrás con lo que me encuentro hoy”), supone para el pivote una mezcla de ilusión y responsabilidad: “En cuanto tuve la opción de volver, de sentirme valorado y respetado, sobre todo, un club que sigue compitiendo por cosas a este nivel, a nivel nacional y a nivel europeo, no tuve mucha duda. Para mí es una decisión bastante sencilla y no solo estoy contento, sino con un gran sentimiento de responsabilidad”.
Alrededor de una docena de informadores ha asistido a la convocatoria del club, en la que no figuraba el nombre del balonmanista, pero cuya trascendencia se podía intuir. Una expectación que ha sorprendido al propio Peciña, que lo ha hecho notar en sus primeras palabras: “Es otra imagen más de cómo está creciendo este club. El recibimiento que me está dando desde el primer momento, quiero agradecéroslo”.
"Al servicio del club y del equipo"
Peciña ha mostrado con claridad que viene a “estar a servicio del club, a servicio sobre todo del equipo. Creo que tengo muchas cosas que aportar dentro de la pista, sobre todo mi experiencia, mi nivel de juego obviamente y es por ahí donde quiero empezar”.
Ha alabado la trayectoria del equipo y los “resultados que se están obteniendo en los últimos años, este año en particular. Lo comentábamos antes con el partido contra Melsungen y la competición europea que han hecho tan buena”.
“El equipo está haciendo una temporada fantástica y yo creo que los objetivos de todo el mundo van a ser seguir compitiendo, seguir creciendo y ese es mi objetivo a corto plazo”, ha expresado, antes de señalar que él quiere “competir y rendir desde el primer día”.
Agradecido
“Luego ya creo que será un proceso, será un recorrido que tendré que hacer de la mano del club y del equipo, ver cómo me siento, cómo veo las cosas, pero mis energías las quiero volcar en jugar a corto plazo, en competir y en sentirme jugador otra vez”, ha confesado, después de que en esta segunda vuelta en su equipo no esté contando con minutos tras sumar una primera vuelta con una media de 28 minutos por encuentro. Por eso ha agradecido tanto a la directiva irundarra como al director deportivo, Julen Aginagalde, que hayan mostrado “mucho interés desde el primer momento, que han estado muy pendientes, ya no solo a nivel profesional, sino a nivel humano”.
En respuesta a la prensa por el Bidasoa que dejó y el que encuentra, ha señalado que “no solo tiene que estar orgullosa la gente de aquí, sino que la gente que somos de Irun pero que estamos fuera también lo estamos porque ha crecido mucho la estructura del club y a nivel deportivo, y estoy seguro que voy a disfrutar desde el primer día. Me fui en 2010 y las cosas han cambiado mucho para bien”.
Trayectoria experimentada y dos medallas
Peciña salió de Artaleku rumbo a Torrevieja antes de jugar en el San Antonio antes de que desapareciera; dos años en Valladolid, otro en Guadalajara y Villa de Aranda le permitieron subir un nuevo escalón con la llamada del entonces Naturhouse Logroño, donde compartió vestuario con ella ctual presidente bidasotarra; fue su última parada en la Liga Asobal, antes de mudarse a Francia, allí encadenó cinco años en Aix-en-Provence —donde fue rival del Bidasoa, con quien en 2006 debutó en competición europea— y otros tres en Chambéry.
En su época bidasotarra recibió la llamada de la selección juvenil, con la que terminó ciclo con el Mundial de Bahréin; lo mismo ocurrió en 2009 con el Campeonato del Mundo junior en Egipto; mientras que para el debut en la absoluta hubo de esperar nueve años, hasta 2018 contra Polonia en tierras centroeuropeas.
En el camino trazado por el director técnico español, Jordi Ribera, empezó a entrar en convocatorias como los Juegos Mediterráneos, la Eurocup que disputan las selecciones ya clasificadas para el Europeo y torneos de Cuatro Naciones, antes de recibir la llamada para el Europeo de 2022, que se disputó entre Hungría y Eslovaquia.
Aquella medalla de plata fue su primer metal en sus 60 partidos con la selección absoluta, ya que un año después repetiría podio mundialista en Suecia con un bronce.