El tribunal de Islamabad que juzga el caso de presunto enriquecimiento ilícito por parte del ex primer ministro paquistaní Imran Khan anuló ayer la orden de arresto que pesaba sobre el exmandatario pero le emplazó de nuevo a declarar el próximo 30 de marzo, en el punto y seguido de un largo día de caos en la capital paquistaní y en el feudo de Khan en la ciudad de Lahore, provincia de Punyab.

El juez Zafar Iqbal levantó la sesión y concedió a Khan el permiso para abandonar la corte a pesar de que el ex primer ministro se había declarado convencido de que iba a acabar detenido durante su comparecencia. Quien sí pasó brevemente a disposición policial fue su jefe de gabinete, Shibli Faraz, aunque quedó poco después en libertad por orden precisamente del tribunal, para no inflamar todavía más la situación.

Durante la comparecencia de Khan, el Complejo Judicial de Islamabad fue escenario de enfrentamientos entre simpatizantes del ex primer ministro y la Policía, que lanzó gases lacrimógenos a los concentrados, en medio de la declaración oficial de la llamada Sección 144, una orden del Gobierno paquistaní que suspendía provisionalmente el derecho a la manifestación en toda la ciudad.

Ocultar bienes

En el llamado proceso Toshakhana, Khan ha sido acusado de ocultar en sus declaraciones de bienes detalles sobre algunos de los regalos que recibió durante su etapa como primer ministro entre 2018 y 2022, cuando fue cesado a través de una moción de censura en el Parlamento, en el inicio de una batalla sin cuartel entre el ex primer ministro y las autoridades que ahora gobiernan el país.

Horas antes, nada más salir el exmandatario de su feudo de Lahore, la Policía efectuó un registro en su domicilio en virtud de una orden del alto tribunal de la ciudad para investigar los fuertes enfrentamientos de esta semana entre sus simpatizantes y las fuerzas de seguridad. Al menos 60 partidarios del ex primer ministro fueron detenidos durante las escaramuzas mientras duraba el registro.

El superintendente de la Policía de Punyab, Usman Anwar, informó posteriormente de que los agente se incautaron, dentro del domicilio del mandatario, de al menos cinco fusiles de asalto AK-47, munición y botellas vacías que supuestamente iban a ser empleadas para la fabricación de cócteles molotov, lo que bien podría valer otra acusación contra el ex primer ministro. Anwar aseguró además que sus hombres habían recibido disparos de arma de fuego desde un tejado durante el registro del domicilio de Khan.

En una de las primeras reacciones al caótico desarrollo de la jornada de ayer, prácticamente habitual durante los últimos meses en la política del país, el presidente paquistaní, Arif Alvi, expresó su alivio por la ausencia de víctimas mortales. “Gracias a Dios, otro día en la vida de Pakistán ha terminado sin una catástrofe. Pero nos hemos librado por poco. Podría haber pasado un enorme accidente. Espero que todos los políticos se unan para librar al país de su miseria”, hizo saber en su cuenta de Twitter.

En corto

Cien casos

Acoso político. El ex primer ministro Imran Khan acumula casi 100 casos en su contra que, según el exgobernante, tendrían como objetivo apartarlo de la política para impedir demostrar que los militares estuvieron detrás de la moción de censura que lo despojó del Gobierno el pasado abril. “Están haciendo todo lo posible para sacarme de la carrera porque sienten que si llego al poder podría responsabilizar a los que me sacaron”, afirmó Khan desde su residencia en la ciudad oriental de Lahore.