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Desalojan el campus de Lima donde acampaban los manifestantes

La Policía peruana detiene a más de 200 personas que estaban allí alojadas para participar en las protestas

La Policía Nacional de Perú (PNP) echó abajo con una tanqueta la entrada de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) de Lima y entró ayer en el campus para desalojar a cientos de manifestante venidos de todo Perú a participar en las protestas antigubernamentales que acampaban en su interior. El gran operativo comenzó a primera hora de la mañana de ayer con una tanqueta policial que derribó la puerta metálica del campus para acceder a la universidad más antigua de América y proceder al desalojo de los manifestantes.

Desde el miércoles, empezaron a llegar a esta universidad cientos de personas de Puno, Arequipa y Cuzco, entre otros puntos del país, que venían a la capital peruana para participar en las grandes marchas convocadas que piden la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, la convocatoria de una asamblea constituyente y el adelanto de elecciones.

Tras el ingreso de los agentes, policías con equipos antidisturbios se congregaron a las puertas del campus para acordonar la zona. El operativo contó con el apoyo de un helicóptero policial. Estudiantes de la San Marcos mostraron esta semana su apoyo a los manifestantes y organizaron colectas y cadenas de donaciones de agua, alimentos, mantas o colchones. Aproximadamente una hora y media después del inicio del operativo comenzaron a salir de la universidad varios autobuses policiales con detenidos.

El fiscal superior provisional, Alfonso Barnechea, anunció que fueron 200 personas las detenidas en el operativo y que se habían trasladado una veintena de fiscales a este lugar para verificar que se hayan respetado los derechos humanos de los ciudadanos.

Algunos de los estudiantes residentes en la San Marcos grabaron vídeos de policías obligándoles a abandonar sus habitaciones. A las puertas del campus se fueron congregando frente a un cordón policial parlamentarios, simpatizantes y familiares de estudiantes que pidieron el acceso de abogados y prensa a las instalaciones universitarias.