El soldado ruso Nikita Chibrin, que ha huido a España en busca de asilo político, está dispuesto a declarar sobre los supuestos crímenes de guerra cometidos por el Ejército ruso durante su actual campaña militar, según informa la organización Gulagu.net.

Chibrin, al que esa organización de derechos humanos ayudó a refugiarse en España, "aceptó cooperar con la Justicia y testificará ante el departamento especial de lucha contra el genocidio que investiga los crímenes de guerra", según señala la plataforma en su canal de Telegram.

Al comunicarse por las redes sociales con el director de Gulagu.net, Vladímir Osechkin, Chibrin destacó el "caluroso trato" dispensado por las autoridades españolas.

"A Nikita le han dado los primeros documentos españoles (...). Europa. Democracia. Compasión", añadió Osechkin.

Chibrin, de 27 años, formó parte de la Brigada Motorizada Independiente 64, a la que Kiev acusa de cometer en marzo crímenes de guerra durante su control de la localidad de Bucha, al norte de Kiev.

El soldado ruso, que se alistó en el Ejército en 2021, comunicó a su comandante que no estaba dispuesto a combatir en cuanto se encontró en Ucrania el 24 de febrero, fecha de inicio de la "operación militar especial".

Admite que él no fue testigo presencial de asesinatos o violaciones de civiles ucranianos, aunque asegura que sí escucho a sus compañeros hablar de ello.

Asistió además a actos de vandalismo y saqueo por parte de militares rusos, que robaron gran cantidad de electrodomésticos y equipos electrónicos durante su estancia en el país vecino.

Amenazas de fusilamiento dentro del Ejército

Chibrin afirma que son muchos los soldados rusos que querían desertar, pero no lo hicieron porque sus superiores les amenazaron con fusilarlos.

Consiguió abandonar su unidad el pasado 16 de junio, cuando se encontraba no lejos de la ciudad de Izium, en la región oriental de Járkov, según informa el diario digital Meduza.

En su momento, el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó de "falsificación" las denuncias de crímenes de guerra en Bucha, donde las autoridades ucranianas exhumaron numerosos cadáveres con signos de violencia.

Además, Putin condecoró en abril pasado a dicha brigada con el título honorífico de "Guardia" por "su heroísmo y coraje" en el campo de batalla.

Desde que se inició la intervención militar en Ucrania, Rusia ha cometido un total de 46.432 crímenes de guerra, según informó recientemente la Fiscalía General de Ucrania.

Rusia también ha denunciado los abusos y la ejecución de prisioneros de guerra rusos a manos del Ejército ucraniano.