El Gobierno finlandés ha logrado el apoyo de todos los partidos políticos para construir una valla metálica en los tramos más vulnerables de su frontera con Rusia, con el objetivo de frenar la inmigración ilegal y la llegada masiva de migrantes.

La medida, propuesta inicialmente por la Guardia de Fronteras finlandesa, fue respaldada por todos los grupos parlamentarios durante una reunión consultiva que mantuvo el Ejecutivo en la tarde del pasado martes con los líderes del resto de partidos políticos.

“Se trata de poder asegurarnos de que la frontera está bien vigilada y de ser capaces de anticiparnos a lo que pueda ocurrir en ella”, afirmó a la prensa la primera ministra finlandesa, Sanna Marin.

El proyecto, cuyos detalles deben aún ser concretados, contempla la construcción de una valla metálica de varios metros de altura con concertinas en su parte superior y cámaras de videovigilancia en los tramos fronterizos considerados de mayor riesgo.

En conjunto, la verja tendrá una extensión total de entre 130 y 260 kilómetros, lo que supone entre el 10 y el 20% de los 1.340 kilómetros de frontera que separan Finlandia y Rusia. Está previsto que las obras duren alrededor de cuatro años y supongan un desembolso de “varios cientos de millones de euros”, según estimaciones de la guardia fronteriza.