Las autoridades argentinas han detenido a un individuo que ha intentado engatillar un arma a centímetros de la cabeza de la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en la inmediaciones del domicilio de la exmandataria.

El Gobierno Argentino ha confirmado que la persona detenida es un hombre de 35 años de origen brasileño y con antecedentes por tenencia ilícita de armas, detenido con anterioridad el pasado mes de marzo, ha informado 'Clarín'.

En un retransmisión en directo de la cadena Televisión Pública, se puede observar como una multitud de personas saludan a la vicepresidenta en los alrededores de su casa, momento en el que una persona levanta una pistola y apunta con ella a la cabeza de Fernández de Kirchner.

Detenido un hombre por apuntar con un arma a la cabeza de Cristina Fernández de Kirchner

Detenido un hombre por apuntar con un arma a la cabeza de Cristina Fernández de Kirchner EP

El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, ha detallado que la persona detenida "tenía un arma" y ha sido detenida, inicialmente, "por personal de la custodia", según ha recogido la agencia Télam. "Lo apartan y encuentran el arma. Ahora tiene que ser analizada esta cuestión por nuestra gente para ver la disposición que tenía esta persona", ha asegurado el ministro.

El arma estaba cargada pero se encasquilló

El presidente del Argentina, Alberto Fernández, ha calificado el intento de magnicidio como el hecho "más grave que ha sucedido" desde el regreso de la democracia al país.

"Querido pueblo argentino, poco después de las 21.00 horas un hombre atentó contra la vida de la vicepresidencia de la nación (...) Cristina permanece con vida por que, por alguna razón, el arma que contaba con cinco balas no se disparó pese a haber sido gatillada", ha expresado el mandatario argentino en un mensaje televisado minutos antes de la medianoche (hora local).

"Este atentado merece el más enérgico repudio de todos los sectores políticos, de todos los hombres y mujeres que integran la república. Estos hechos afectan nuestra democracia", ha añadido, asegurando que la paz social ha sido alterada.

Fernández ha instado a la ciudadanía argentina a recuperar la convivencia democrática quebrada por el discurso del odio, aludiendo que se pueden tener "profundos desacuerdos", sin engendrar la violencia.

Asimismo ha apostado por "desterrar" la violencia y el odio del discurso político y mediático de la ciudadanía: "La Argentina no puede perder ni un minuto más".

"Que la conmoción, el horror y el repudio que este hecho nos genera se convierta en un compromiso permanente para erradicar el odio y la violencia de la vida en democracia", ha dicho Fernández, antes de anunciar un festivo nacional para este viernes para que "en paz y armonía el pueblo pueda expresarse en defensa de la vida".

"El pueblo argentino quiere vivir con democracia y en paz y nuestro tiene el firme compromiso de trabajar cada día para que eso sea logrado", ha añadido.  

Condena unánime al atentado

Con todo, algunas personalidades políticas han salido a mostrar su apoyo a la exmandataria, como el caso del ministro de Exteriores argentino, Santiago Cafiero, que ha asegurado que han intentado asesinar a Fernández de Kirchner.

"Quisieron matar a la vicepresidente. Es el hecho de violencia política más grave desde la vuelta de la democracia. Fuerza Cristina", ha aseverado en un mensaje en Twitter.

En ese sentido, el ministro de Economía, Sergio Massa, ha asegurado que "cuando el odio y la violencia se imponen sobre el debate de ideas, destruyen a las sociedades y se generan situaciones como la de hoy: un intento de magnicidio".

El expresidente argentino Mauricio Macri también ha expresado su "repudio absoluto" al ataque sufrido por la vicepresidenta del país, y ha pedido un "inmediato y profundo esclarecimiento" de los hechos.

"Mi repudio absoluto al ataque sufrido por Cristina Kirchner que afortunadamente no ha tenido consecuencias para la vicepresidenta. Este gravísimo hecho exige un inmediato y profundo esclarecimiento por parte de la justicia y las fuerzas de seguridad", ha dicho también en Twitter.

Algunos mandatarios de otros países también han mandado mensajes de apoyo a Fernández de Kirchner. Es el caso del presidente español, Pedro Sánchez, que ha enviado su solidaridad la vicepresidenta argentina.

"Enviamos nuestra solidaridad a la vicepresidenta de Argentina ante el atentado contra su vida. Repudiamos enérgicamente esta acción que busca desestabilizar la paz del hermano pueblo argentino", ha expresado el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en la red social.

Gabriel Boric, presidente de Chile, ha sostenido que el intento de asesinato a la vicepresidenta de Argentina "merece el repudio y condena de todo el continente".

"Mi solidaridad con ella, el Gobierno y el pueblo argentino. El camino siempre será el debate de ideas y el diálogo, nunca las armas ni la violencia", ha subrayado el mandatario chileno.

El expresidente boliviano Evo Morales también ha condenado el que ha calificado como un "intento de magnicidio contra nuestra hermana".

"Toda nuestra solidaridad a la vicepresidenta. La Patria Grande está contigo hermana. La derecha criminal y servil al imperialismo no pasará. El pueblo libre y digno de Argentina la derrotará", ha añadido.

El candidato presidencial brasileño Lula da Silva ha mandado toda su solidaridad a Fernández de Kirchner, asegurando que "es una mujer que merece el respeto de todos los demócratas del mundo".

Asimismo, se ha mostrado aliviado porque haya salido ilesa de un ataque perpetrado por "un criminal fascista que no sabe respetar las diferencias y la diversidad".

Desde Cuba, el presidente Miguel Díaz-Canel ha mostrado su consternación por el intento de asesinato de la exmandataria argentina, a quien ha trasladado toda su solidaridad.

El intento de magnicidio ha tenido lugar tras dos semanas de una notable crispación política en el país tras la petición de la Fiscalía de condenar a la exmandataria a 12 años de cárcel por varios presuntos delitos de corrupción.

Tras el anuncio, el Gobierno y militantes han mostrado su apoyo a Fernández de Kirchner, si bien detractores de la vicepresidenta ya se habían acercado a su domicilio para increparla.