El Gobierno de Taiwán interpreta los ejercicios militares chinos de esta semana, iniciados tras la polémica visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU, Nancy Pelosi, como un simulacro de una invasión del territorio en lo que sería la consolidación de las históricas ambiciones soberanistas de Pekín.

El Ministerio de Defensa de Taiwán inició ayer sus propios ejercicios con un despliegue de patrullas aéreas y buques de guerra tras lanzar avisos durante la noche del sábado contra cualquier nueva incursión aérea de China en su zona de seguridad, que comienza más o menos pasada la mitad del Estrecho de Taiwán.

“Se detectaron múltiples barcos del Ejército chino alrededor del Estrecho de Taiwán, algunas han cruzado mediana. Posible ataque simulado contra HVA (activos de alto valor)”, afirmó el Ministerio.

En la tarde de ayer, el Ministerio notificó la última operación china en las proximidades de su zona de seguridad, en la que participaron 20 aviones de combate y 14 embarcaciones, mientras que Exteriores volvió a condenar los ejercicios militares como “provocadores y enormemente irresponsables” antes de instar a Pekín a que deje de “intensificar las tensiones” y de “crear unilateralmente una crisis”.

Expertos taiwaneses indicaron que China ha confirmado que estos ejercicios son, de momento, un ensayo de un “bloqueo, asalto a objetivos marítimos, ataque a objetivos terrestres y control del espacio aéreo” del territorio, tal y como describió en su momento la agencia oficial de noticias china Xinhua.

El profesor de la Universidad de Defensa Nacional, Ma Chen Kun, apuntó que los simulacros tenían como objetivo demostrar la capacidad del Ejército chino para desplegar armas de precisión para cortar los vínculos de Taiwán con el extranjero y facilitar el desembarco de tropas.

“Si el Ejército chino ejecuta de verdad una invasión de Taiwán, las acciones concretas que va a tomar están todas incluidas en este ejercicio en particular: cortarán los vínculos de Taiwán con el mundo exterior y suprimirán la potencia de fuego de la defensa costera”, alertó.

Los ejercicios chinos han provocado que los barcos comerciales se lo piensen dos veces antes de entrar en Taiwán, ya que la zona de simulacros se encuentra a menos de quince millas náuticas del puerto de Kaohsiung, en el sur de la isla. Estos ejercicios durarán hasta el 15 de agosto.

Fallecimiento

Por otro lado, ayer se supo de la muerte de vicepresidente del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Chung-Shan (NCSIST), la mayor desarrolladora de proyectiles de largo alcance del país, Ouyang Li Hsing, a consecuencia de un ataque al corazón durante una visita en el condado de Pingtung, en el sur de Taiwán.

Ouyang, de 57 años, fue hallado sin respiración en la habitación de su hotel en el municipio de Hengchun a las 7.20 de este sábado, hora local. Su ayudante, que encontró el cuerpo, llamó a la Policía para pedir ayuda, pero los servicios de Emergencia no pudieron hacer nada para salvar su vida.

La Policía no ha visto indicios ni de allanamiento ni de peleas, y las autoridades sanitarias han descartado cualquier tipo de hecho violento, según un comunicado del NCSIST recogido por la agencia oficial de noticias taiwanesa CNA.

De hecho, el vicepresidente del NCSIST tenía antecedentes de enfermedad cardíaca y anteriormente le habían colocado un stent en una arteria para mejorar el flujo sanguíneo, según la Policía.