Bruselas - El ministro belga del Interior, Jan Jambon, confirmó ayer que Benjamin Herman, el autor del tiroteo ocurrido el martes en Lieja (Bélgica) en el que fallecieron dos mujeres policías y un civil había matado a otro hombre la noche anterior.

En una entrevista a la radio Bel-RTL, Jambon señaló que el atacante es también responsable de la muerte de Michaël Wilmet, un heroinómano cuyo cadáver fue encontrado el martes por la mañana en su domicilio de On, en la provincia de Luxemburgo. El motivo de las muertes no está claro todavía, según el ministro. “Pueden ser motivos de radicalización pero también puede que no tuviera ninguna perspectiva en nuestra sociedad, porque cometió asimismo un asesinato la noche anterior. La psicología de este tipo, que puede que también estuviera drogado, plantea muchas cuestiones. Antes de extraer conclusiones hay que esperar el resultado de la investigación”, dijo el ministro.

No obstante, ayer la agencia de noticias afiliada a los yihadistas Amaq reveló que el atacante es un soldado del Estado Islámico. En un breve comunicado difundido a través de la red social Telegram, Amaq dijo que el atentado fue perpetrado “en respuesta a las llamadas para atacar a los países de la coalición” internacional liderada por Estados Unidos, que lucha contra el EI en Siria y en Irak.

La Fiscalía Federal de Bélgica confirmó que los primeros elementos de la investigación apuntan a un atentado terrorista del EI. “Los elementos que nos hacen pensar esto son el modus operandi, igual que el que el Estado Islámico muestra en algunos vídeos, el hecho de que el sujeto gritase Alá es grande durante el ataque y que este había estado en contacto con personas radicalizadas”, dijo el portavoz de la Fiscalía, Eric Van Der Sypt, en rueda de prensa

quería “cocer” a los agentes Por su parte, la mujer de la limpieza que el atacante de Lieja mantuvo como rehén en un instituto aseguró ayer que el hombre le dijo que su objetivo era “cocer” a los agentes de Policía, tan solo minutos antes de ser abatido por una patrulla local. “Me dijo que quería cocerles, señalando a la Policía”, relató la mujer, Darifa, en un testimonio recogido por la radiotelevisión pública belga RTBF, sobre el ataque que ayer costó la vida a dos policías y a un estudiante en Lieja, atribuido al belga Benjamin Herman. La mujer relató que se encontraba dentro del instituto Leónie de Waha hablando con el vigilante de seguridad del centro cuando vio al dueño del edificio contiguo y a otras tres mujeres correr buscando refugio.

“preguntó si hacía el Ramadán” En su intento de cerrar las puertas del instituto, acabó encontrándose “cara a cara” con el atacante, que llevaba dos armas de fuego en la mano. La mujer explicó que le preguntó si era musulmana y si estaba haciendo el Ramadán, a lo que ella respondió afirmativamente, y el hombre le dijo entonces que “no se preocupara”, pues “no le iba a hacer daño”.

“Le dije que no estaba en el lugar correcto, que estaba en un colegio, que había muchos niños”, relató Darifa, que le indicó al atacante la localización de una salida por la que podía escapar con el objetivo de alejar el peligro de la escuela.

La mujer explicó que, cuando se echó a llorar por el shock de la situación, Herman le dijo que parara de llorar y que pensara en “sus hermanos palestinos y sirios”, que “es por ellos por los que tenía que llorar”. Darifa dijo que el hombre no estaba “ni nervioso ni violento”, pero sí que se aseguraba de tenerla cerca de una ventana para que la Policía que estaba fuera pudiera ver que tenía a una rehén.

Finalmente, explicó la mujer, Herman decidió acabar su periplo “en martirio” y salió del edificio, tras lo que fue abatido por la Policía. - Efe