MADRID. Tres o cuatro de las botellas han sido encontradas bajo del suelo de la casa, que llevaba abandonada tres años y donde anteriormente residía un ginecólogo especializado en maternidad. La vivienda había sido adquirida por otra persona y estaba siendo renovada.

Los cuerpos de los niños parecen haber sido preservados en una sustancia similar al formol. La Policía japonesa continúa investigando el origen de los cadáveres.