el cairo. Si hace un año el centro de El Cairo fue escenario de una batalla campal entre manifestantes y fuerzas de seguridad, la conmemoración ayer de ese fatídico Viernes de la Ira se desarrolló con multitudinarias y festivas marchas.

Alentados por la tranquilidad y el éxito de la celebración el pasado miércoles del primer aniversario de la revolución, decenas de miles de personas inundaron de nuevo la emblemática plaza Tahrir. Gente de todas las edades y estratos sociales confluyeron en el corazón de El Cairo, portando banderas egipcias y pancartas en recuerdo a los "mártires" de la revolución y en contra de la Junta Militar que dirige el país desde la renuncia del presidente Hosni Mubarak, el 11 de febrero de 2011.

En Tahrir, donde desde hace dos días se ha levantado una nueva acampada, se respiraba un ambiente alegre entre las tiendas y los puestos de comida con el fin de recordar ese crucial 28 de enero de la Ira, que celebraron ayer por ser viernes.

Pero los refrigerios también daban paso al debate y las reivindicaciones, conscientes la mayoría de los presentes de que todavía queda un largo camino por recorrer.

"Tenemos que empezar de nuevo porque no confiamos en la Junta Militar, que ha matado a muchos de los nuestros en estos meses", dijo en Tahrir el joven Hasan Shehata, miembro del grupo "Bedaya" (Inicio). A este joven, como a muchos otros, no le convence la promesa de la cúpula militar de que abandonará el poder el próximo 30 de junio después de la elección del nuevo presidente. En la plaza pudieron verse pancartas como "No es un 'déjà vu'; es la Revolución del 25 de Enero 2", y lemas como los de hace un año, en los que el nombre de Mubarak es sustituido por el del mariscal Husein Tantaui, máxima autoridad del país.

Al debate y la lluvia de ideas se unió el premio nobel de la Paz Mohamed el Baradei, que pese a haber renunciado a presentarse como candidato a la Presidencia, planteó anoche una hoja de ruta para Egipto.

Entre los partidarios de una mayor calma figuran los seguidores de los Hermanos Musulmanes y de su Partido Libertad y Justicia (PLJ), que acudieron a la plaza pero con el espíritu de celebrar el éxito de la revolución, después de haber sido los ganadores indiscutibles de las recientes elecciones legislativas. Uno de los portavoces del PLJ, Ahmed Subai, aseguró que su grupo está "al lado del pueblo" pero que es el momento de confiar en el nuevo Parlamento.