Ya tenemos el nuevo espejo donde mirarnos colgado en la pared. Y hay que mirarse necesariamente y ver si salimos guapos y guapas, o nos toca hacer algo para cambiar. El salario medio que se percibe en Gipuzkoa es de 29.763 euros anuales; si estamos por debajo toca preocuparse, porque alguien considera que nuestro trabajo no vale tanto. Pero ahora viene lo gordo y toca desempañar el espejo: si es usted hombre debería cobrar 33.871 euros y si es mujer, 26.292 euros. Eso tan viejo que llamamos brecha salarial, que siempre me la imagino como el suelo que se resquebrajaba entre pata y pata del Coyote que perseguía al Correcaminos y se iba abriendo a sus pies, y que en Gipuzkoa mide 7.578 euros de ancho, para que luego nos hablen de igualdad. Sobre la distancia entre ricos y pobres también hay mucho que contar, y es que el 10% de la población de Gipuzkoa que más dinero gana multiplica por 45 los salarios más bajos. Pero también los inmigrantes sufren otra brecha salarial enorme, ya que copan esos sueldos más bajos y sus ingresos están un 43,3% por debajo de los que nacimos aquí. Un suelo resquebrajado, el suyo, que es casi el doble de ancho que ese 22,4% de la brecha salarial entre hombres y mujeres. Tremendo. Y usted, ¿cómo se ve al mirarse en el espejo?