Bego era de Sangüesa y allá por el año 2005 recaló en Donostia para formar parte del ilusionante proyecto que suponía para ella, periodista de formación, el lanzamiento de NOTICIAS DE GIPUZKOA. Durante seis años trabajó en la sección de Edición y Cierre. “Era como una hormiguita”, la recordaba estos días un compañero. Concentrada, siempre atenta a cualquier fallo, enfadándose consigo misma si algo no salía bien, sosteniendo sobre sus espaldas una responsabilidad que no le correspondía. Era discreta, sensible, trabajadora, una compañera de piso perfecta y una gran amiga. No le gustaba destacar, aunque lo hiciera sin quererlo, porque la humildad era otra de las características que la definían. Hacía tiempo que su vida, como ha ocurrido con otros tantos buenos profesionales, se había alejado del periodismo. Pero el pasado sábado, Día de San Sebastián, se fue para siempre. En esta redacción, la que fue su casa durante tanto tiempo, la recordamos con una sonrisa, fiel a sí misma, sin medias tintas ni artificios; en definitiva, una buena persona y una gran compañera. A las que, además, convivimos con ella, nos queda el recuerdo de mil anécdotas y buenos momentos que duelen por su ausencia repentina, pero también consuelan por haberlos compartido con ella. Adiós, Bego.