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Mesa de Redacción

Arantxa Lopetegi

Donostia, sus barrios y otras cosas de las que informar. Les escucho.

100 euros por si acaso

100 euros por si acasoN.G.

Siempre hay un motivo para que autojustifiquemos comportamientos tontos. Van unos ejemplos. Paseando por la calle se te mete en la cabeza que si no pisas las baldosas negras vas a tener suerte. Y ahí que avanzas dando saltitos dismulados. Llegas al súper y piensas que el bote de tomate frito bueno, el bueno de verdad, está el último de la fila, allí al fondo. Porque, claro, todo el personal está pensando en timarte y esconde el bote que no está caducado detrás de otros 50, como si no tuvieran otra cosa que hacer. Sigamos con los ejemplos. Quien más y quien menos, con mayor o menor disimulo, se ha movido de una cola a otra cuando espera a pagar porque, es cierto y científicamente contrastado, que el despistar y poner de los nervios a todo el mundo hace que avance antes. Pero el colmo llega en Navidad con la lotería. Y aquí la menda se pone “primer”. ¿Que se ha muerto un ser querido?, a coger el número que coincide con el día del fallecimiento; ¿Que ha nacido un sobrino?, pues también. ¿Que tomas el café aquí?, por si acaso no vaya a ser que...; en el curro, “si les toca a todos y a mí no, me muero”; con la cuadrilla, un número cada una a compartir; que me voy de viaje, pues vamos a probar que en el sur toca siempre. Total que por si acaso se te van 100 euros y tocar, toca arrepentirte.