Decir una cosa y hacer la contraria es consustancial al ser humano. Una cosa es predicar, y otra dar trigo. Pongamos por caso al Ministerio de Sanidad y al Ministerio de Hacienda del Gobierno español. Sanidad mantiene vigente una campaña contra la adicción al tabaco que lleva por lema Que no te engañen. El tabaco ata y te mata en todas sus formas. La frase se lee en un cartel en el que aparecen seis jóvenes fumando cigarros, porros y hasta una cachimba. Se estima que en el Estado a diario mueren una media de 160 personas por enfermedades provocadas por el consumo de tabaco. Por no hablar de las personas no fumadoras que fallecen por estar durante años expuestas al humo del fumeque. Mientras con una mano Sanidad previene contra el peligro del tabaquismo con campañas de concienciación, con la otra Hacienda se dedica a abrir estancos. El Ministerio acaba de adjudicar en subasta más de 230 licencias para abrir expendedurías. La venta de tabaco reporta al Estado una nada despreciable suma de dinero vía impuestos. La ubicación de varios de los nuevos estancos no es al azar. Se sitúan en la frontera como reclamo de la clientela del otro lado de los Pirineos. Por los diez nuevos locales de La Jonquera se han pagado 57 millones de euros. No sé. Suena a hacer una campaña para prevenir la ludopatía y, al mismo tiempo, permitir la apertura de locales de juego y apuestas.