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Mesa de Redacción

Carlos Marcos

Rectifico

RectificoN.G.

Llaman a la puerta y es un mensajero. Qué raro, porque no espero nada. Me entrega una caja negra y alargada, lo que parece ser un estuche de vino, sin ningún otro envoltorio, y efectivamente se puede leer a gran tamaño “Rioja Vega”. Confuso, amago con decir que no es aquí. No me da tiempo y lee mi nombre y dirección. Ah, pues entonces sí. ¿Una botella de vino?, ¿para mí?, ¿qué celebramos? Abro la caja y aparece una tarjetita verde anudada al cuello de la botella en la que de primeras se lee a mayor tamaño y en letras blancas y doradas “Brindemos por una relación de persona a persona”. Y, a continuación, el mensaje “hace diez años abriste tu primera cuenta en Rural Kutxa. Queremos celebrarlo juntos con un detalle especial: un Rioja Vega Edición Limitada. Gracias por tu confianza”. El gesto, que alguien calificará de estrategia de marketing, me deja sorprendido y con buen sabor de boca, antes incluso de abrir la botella. Es la primera vez que un banco me manda un regalo a casa y, además, por sorpresa. Es la primera vez, en realidad, que alguien me regala algo por ser cliente y llega apenas una semana después de comentar en un bonito y enriquecedor viaje con mi amiga (y gran escritora) Amaia, que ya nadie regala nada ni para fidelizarte como cliente. Pues rectifico, parece que sí. ¡Salud! l