Uno de los privilegios que tiene este oficio es que puedes conocer a gente (llamémosles personajes ilustres) con la que difícilmente te encontrarías si trabajaras en otra profesión. A saber. Nuestro compañero Harri (pronúnciese arri, no jarri) Fernández es posible que este fin de semana entreviste a Juliette Binoche. Durante el Zinemaldia las entrevistas no suelen ser como de costumbre (un cara a cara entre entrevistador y entrevistado), sino que las productoras convocan a varios medios de comunicación a la vez, te conceden diez minutos con la estrella de turno y a lo sumo haces una pregunta. Luego todos esos medios publican la misma entrevista. Pero, oye, si le confirman la entrevista, Harri siempre podrá contar a sus nietos que tuvo una cita con Juliette Binoche en el María Cristina. Yo no aspiro a tanto, así que, a veces, en un derroche de imaginación, fantaseo con que me encuentro de manera casual y en sitios remotos con personajes ilustres. Que llego a la cima del Saioa, me topo (verbo de moda) con Indurain y bajamos a Artesiaga hablando de nuestras cosas, de hijos, de qué caro está todo y de cómo atrapó a Rominger bajando el Tourmalet en el 93. O que estoy en el Hernio y me encuentro con Susan Sarandon, hablamos de la vida, de su bisexualidad, de lo bien que se come por aquí y, de paso, le digo que me explique el final de Thelma & Louise.