Entre los numerosos lugares con personalidad y magia propia se encuentra San Juan de Gaztelugatxe, un islote rocoso entre las vizcaínas de Bermeo y Bakio (aunque pertenece al primero) coronado con una ermita en la que los marineros y pescadores agradecen a san Juan Bautista favores y salvaciones así como protección cada vez que salen a faenar en sus barcos. El encuentro, a veces violento, entre el mar, el viento y la tierra ha esculpido un paisaje mágico de formaciones geológicas con islotes, peñas, acantilados y cabos. El conjunto ofrece un paisaje cargado de dramatismo que fascina a quienes hasta allí acuden. Pocos podrán apartar la vista de San Juan, del islote de Aketz, de la punta Artatia, del lejano cabo Matxitxako y su faro o de las olas rompiendo en cualquier punto de los farallones costeros. Hasta el sol se une al espectáculo con su ocaso. 

En lo alto del islote de Gaztelugatxe, a 150 metros sobre el nivel del mar, se alza la ermita de San Juan Bautista. Un estrecho y alto puente de piedra lo une a la costa y son 241 peldaños los que hay que superar para poder dar gracias al santo por algún favor concedido y hacer sonar tres veces la campana. La intensa fe marinera también hace que los pesqueros que inician una campaña larga y lejana haga varios virajes a estribor y babor al pasar frente al santo y sus ermita para recibir su bendición protectora frente a los peligros del mar. Para los que ascienden las escaleras, la buena fortuna vendrá si en el último peldaño se pisa la huella que dejó san Juan cuando arribó a estas costas. Cuenta la tradición que en tres pasos llegó desde el Arco de San Juan, en la muralla de Bermeo, hasta Gaztelugatxe. 

La ermita que corona en la actualidad no es la original. Se cree que desde el siglo IX ha habido una construcción en el islote. Esta primigenia también fue una ermita que en el siglo XII se convirtió en un monasterios. Y las vicisitudes de la historia le han dado usos más allá de los espirituales, entre ellas destaca el asedio al que sometió el rey de Castilla Alfonso XI en el siglo XIV durante su lucha contra Juan Núñez de Lara, señor de Vizcaya por matrimonio, que aguantó en la isla más de un mes, hasta que se retiró el soberano. 

Desde la escalera que trepa hasta lo alto del islote de Gaztelugatxe se contempla un mar salvaje y un paisaje espectacular.

Desde la escalera que trepa hasta lo alto del islote de Gaztelugatxe se contempla un mar salvaje y un paisaje espectacular. Zigor Alkorta

También fue objetivo de asaltos piratas, como el de el inglés Francis Drake en 1596, que quemó la ermitas, robó lo que pudo y mató al ermitaño que allí habitaba. Una vez más hubo que reconstruir el edificio. La última reconstrucción importante acabó en 1983 tras el incendio que en 1978 arrasó con el edificio. Después ha sido sometida a diversas obras de acondicionamiento. Quienes durante su ascenso quieran contemplar el panorama desde el estrecho y alto puente, aprovechando para hacer un alto en el que recuperar el resuello, podrán también leer las diversas placas en recuerdo de fallecidos cuyas cenizas han sido depositadas en este entorno. 

Para muchos vizcaínos este lugar es muy especial, por lo que son numerosas las familias que depositan las cenizas de sus seres queridos en este entorno. Pese al bullicio de los que suben y bajan, no deja de ser un lugar de recogimiento en la actualidad como también lo fue para los ermitaños y religiosos que allí vivieron durante siglos. 

El efecto ‘Juego de Tronos’

La impresionante visión que se percibe al acercarse al majestuoso islote, intuyendo al dificultad de llegar a la protegida cumbre a través de un puente de piedra y una estrecha senda de piedra y escalones atrajo la atención de los productores de la serie Juego de Tronos, que lo encontraron perfecto para recrear en Gaztelugatxe la fortaleza Rocadragón, hogar de la Casa Targaryen.

La ermita fue destruida  por un incendio en 1978 y reconstruida años despues.

La ermita fue destruida por un incendio en 1978 y reconstruida años despues. Clementp.fr

Como no podía ser de otra manera, esto relanzó la fama de San Juan de Gaztelugatxe atrayendo una ola de visitantes que puso a prueba la capacidad de Bermeo, a quien pertenece este enclave, y de Bakio, la localidad más cercana, para gestionar la repentina avalancha turistas ávidos de conocer los lugares donde se filmó la serie. Hubo que trabajar rápido para no morir de éxito.

Aunque en estos años ha bajado un poco la fiebre por la serie y la pandemia también redujo el flujo de excursionistas, siguen siendo muchos los que se acercan. Por ello se mantienen las medidas que se tomaron. La principal fue la necesidad de regular el acceso al islote y a la ermita. Por ellos en determinadas fechas es necesario sacar entradas por Internet. Se puede hacer con seis meses de antelación. Básicamente, estas fechas son los fines de primavera, todos los días de Semana Santa y semanas de Pascua, todos los días de la temporada de verano desde mediados de junio hasta la primera semana de septiembre, los fines semana de septiembre y octubre, el puente de Todos los Santos y en el puente festivo de comienzo de diciembre. 

El 'boom' de 'Juego de Tronos' puso en jaque las estructuras para recibir y atender a los visitantes.

El aforo diario es de 1.462 personas por día en horario de 10 de la mañana a 7 de la tarde. Los tradicionales tres toques de buena suerte de la campana no dejan de sonar. Pero fuera de éstas el acceso puede ser libre ya que ninguna cancela lo clausura, por lo que las puestas de sol desde Gaztelugatxe continúan sin restricciones más allá de la que supone bajar las escaleras y hacer el camino de vuelta en la oscuridad.

Para los vecinos de San Juan

En el calendario de reservas hay unas jornadas que quedan fueran del alcance ce visitantes y turistas. El 24 de junio, el 31 de julio, el 29 de agosto y el 30 de diciembre son de exclusivo disfrute local. El 24 de junio, festividad de san Juan, desde Bermeo se realiza una romería muy popular. Desde la localidad costera parten a pie los romeros hasta la ermita del santo por el monte Burgoa. Allí tras la celebración de una misa de acción de gracias por diversos favores y promesas, tiene lugar una ofrenda floral a la Virgen de Begoña. La particularidad de este rito consiste en que es una ofrenda submarina.

Desde el año 1963, una réplica de la amatxu de Begoña reposa bajo el islote de Aketze, un solitario peñón cercano a Gaztelugatxe. El 31 de julio, día de san Ignacio de Loyola, patrón de Bizkaia y de Gipuzkoa, los vecinos del pueblo de Arrieta son los que peregrinan hasta la ermita de San Juan portando una imagen de la Virgen. El 29 de agosto es la vecina Bakio la que se acude hasta el islote para celebrar San Juan Degollado en el marco de sus fiestas patronales.

Habitada desde el siglo IX, la actual ermita fue levantada de nuevo tras un incendio en 1978.

La penúltima noche del año, la del 30 de diciembre, tiene lugar la más íntima de las celebraciones, realmente para los de casa. Esa noche se recuerda a Ramón Mendizabal, que fuera párroco de Santa María e impulsor, tras la restauración de la ermita tras el incendio, de una Comisión de Mantenimiento de la ermita. Este sacerdote falleció el 30 de enero de 1993 y desde entonces se celebra una misa de aniversario que se hace extensiva al recuerdo de todos los miembros de este grupo fallecidos. Un chocolate caliente repartido entre los asistentes reconforta el cuerpo para afrontar un regreso nocturno en caso de mal tiempo, algo muy común en diciembre. 

Biotopo protegido

Pero la historia y las tradiciones no son la única riqueza de este lugar. Este paraje es una zona protegida por su particular valor ecológico. La espectacular variedad de formaciones geológicas que se pueden ver se complementa con una riqueza botánica y faunística, especialmente ornitológica, que no deja de sorprender a los aficionados.

Cuatro días al año el acceso a San Juan se reserva a los vecinos de Bakio, Bermeo y Arrieta.

Por el lado geológico, sorprende las dos zonas principales en las que se divide el paisaje. Hacia el este, un flysch margo arcilloso con abundantes materiales silíceos viene desde Matxitxako, mientras que desde el oeste predominan los materiales calizos que se pueden observar tanto en Gaztelugatxe como en Artatia Punta o en el peñón de Aketz. Éste último es singularmente importante por la gran concentración de aves marinas que en él se refugian y anidan. Entre ellas destaca en paiño común que llega aquí para criar. A él se unen las colonias de gaviota patiamarilla, cormorán moñudo y halcón peregrino.

En los épocas de mayor afluencia turística el acceso está restringido  y hay que reservar con antelación por internet.

En los épocas de mayor afluencia turística el acceso está restringido y hay que reservar con antelación por internet. Borja Guerrero

Una leyenda hecha canción

El grupo de música Oskorri publicó en 1980 el disco Plazarik plazara, con ocho temas entre los que se encuenta su popular Gaztelugatxe, además de otros de sus hitos como Furra furra y Tirauki. Con letra de Natxo de Felipe, es un canto a la libertad propia y ajena contando la historia de un barco naufragado junto al islote de Gaztelugatxe con un tesoro para los vascos que el narrador encuentra seis siglos después en el fondo del mar: “...el deseo de no oprimir a nadie, de no ser oprimido; este es nuestro orgullo, la fuente de todos los tesoros”.


Seirehun urte inguru

kosta aldean zen gertatu,

itsasgizon zahar batek

behintzat hala zidan kontatu,

enbat itzelak Gaztelugatxen

untzi eder bat zuen hondatzen,

euskaldunontzat barruan

altxor haundiak ei zekartzan.


Igaz udako goiz batez

eguzkiaren lehen printzez

jo nuen itsas barrena

bihotza dardara eginez,

murgildu nintzen ur gardenetan,

arakatu ongi hare-haitzetan,

han zegoen tinkaturik

goroldioak estalirik.


Indar guztioz bultzatzen

altxor kutxa zabaldu nuen,

atzera egin ninduen

uhin haundia altxatu zen,

inor ez zapaltzeko gogoa,

zapalduak ez izatekoa,

hau da gure urguilua

altxor guztien iturria.


Eta hau hola ez bazan

sar nazatela kalabazan,

ipui txit barregarriak

kontatu nizkizuen plazan.

Durante la romería bermeotarra de San Juan, el 24 de junio, se hace una ofrenda submarina a la Virgen de Begoña.

Durante la romería bermeotarra de San Juan, el 24 de junio, se hace una ofrenda submarina a la Virgen de Begoña. C. Evas