La sociedad cambia y con ello la demanda alimenticia dando paso a nuevas tendencias dando lugar a un consumidor vegetariano, pescetariano, ovovegetariano, flexitariano y vegano. Con el tiempo, la lista de las nuevas estilos de alimentación va en aumento. Es difícil saber en qué se diferencian cada una de ellas, pero, aunque cierto es que requieren de un riguroso control por un especialista para controlar ciertos niveles proteicos, azúcares, calcio y otros nutrientes que aportan los alimentos habituales. Sin embargo, haciéndola de manera adecuada, pueden tener múltiples beneficios para la salud, reduciendo el riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca, diabetes y algunos tipos de cáncer. Eso sí, siempre bajo la supervisión médica. Para ello, recomiendan hacer analísticas periódicas. 

Centrándonos en las nuevas tendencias, ¿en qué se diferencian? Dentro de las dietas vegetarianas varían dependiendo de los alimentos que se decidan excluir. Por ejemplo, en las lactovegetarianas se excluyen la carne de vaca, de pollo, de pescado y los huevos, así como los alimentos que contienen estos productos. Las ovovegetarianas siguen la tendencia anterior, eliminando la carne de vaca, de pollo y de pescado, pero en este caso sí se permite ingerir huevos. Por su parte, los veganos no pueden tomar productos lácteos y los pescetarianos sí permiten el pescado. Y la flexitariana, tal y como su propio nombre indica, es una dieta más flexible, donde prevalecen los alimentos de origen vegetal, pero ocasionalmente incorporan algún tipo de carne y pescado.

Los ovovegetarianos incluyen los huevos en su dieta.

¿EN QUÉ SE DIFERENCIAN?


Vegetariano

Aquellos vegetarianos se enfocan principalmente en la alimentación con verduras y excluyen la carne y el pescado, pero incluyen frutas, verduras, guisantes, alubias secas, granos, semillas y nueces, principalmente. Se recomienda que controlen sus proteínas, el hierro, el calcio, el zinc y la vitamina B12, ya que muchos de los alimentos que excluyen contienen este tipo de nutrientes, necesarios para estar saludables. Algunas de las personas que deciden pasarse a esta dieta lo hace por cuestiones éticas, como los derechos de los animales, o por razones ambientales, puesto que la producción ganadera aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuye al cambio climático o requiere de grandes cantidades de agua, energía y otros recursos naturales.


Pescetariano

Esta dieta en concreto puede confundirse con la vegana, ya que los pescevegetariano no comen carne, pero sí pescado. Igualmente, comen una amplia variedad de alimentos vegetales como verduras, frutas, legumbres y, como no, marisco. Las personas que se inclinan hacia esta tendencia lo hacen por reducir su consumo de productos animales, pero sin renunciar al pescado. Además, la dieta pescetariana es rica en antioxidantes y vitaminas, por lo que, en principio no es necesario tomar ningún complejo vitamínico adicional.


Ovovegetariano

Los ovovegetarianos desechan de su dieta el consumo de carnes, pescados y lácteos, pero sí comen huevos, uno de los alimentos más nutritivos que existen, ya que están cargados de vitaminas, minerales, proteínas, ácidos grasos y otros nutrientes. Este hecho mejora el aporte proteico de la dieta, ya que se incluyen nutrientes de alto valor biológico. Asimismo, esta dieta es conocida por aportar múltiples beneficios a la salud, entre los que se incluye la modulación de los niveles de colesterol. La mayoría de sus platos se elaboran a base de legumbres, vegetales, verduras y frutas.


Flexitariano

Los flexitarianos están en boca de los vegetarianos estrictos y de todo aquel que sigue a rajatabla las tendencias anteriores, ya que son “flexibles” en lo que comen. En esta dieta prevalecen los alimentos de origen vegetal pero ocasionalmente incorporan algún tipo de carne y pescado. Puede que muchas de las personas que se acojan a ella sea para cambiar su estilo de vida, sin pretender avanzar hacia el vegetarianismo puro.


Vegano

Estos, al igual que los vegetarianos, eligen no comer carne. Sin embargo, el veganismo es conocido por ser más estricto, puesto que prohíbe los productos lácteos, los huevos, la miel y cualquier otro producto que derive de origen animal, incluso se lleva al extremo de la ropa: no visten artículos de cuero, lana, seda… Aunque pueda parecer sacrificado, lo cierto es que esta dieta cuenta con múltiples beneficios para la salud; ayuda a reducir el colesterol, la obesidad, problemas cardiovasculares, mejora del azúcar en sangre, mejora de la presión sanguínea y el flujo sanguíneo.