Con el verano, descubrir nuevos parajes es lo que más apetece. Salir, cambiar de aires, disfrutar del buen tiempo, de la compañía… ¿No sabes dónde ir? Haz una parada en Palencia. A simple vista puede parecer una ciudad sin encanto, pero lo cierto es que cuenta con un sinfín de propuestas que aúnan la historia, la cultura, el deporte y la naturaleza de una manera amable. Además, la gastronomía es otro de sus fuertes, así que toma nota de las siguientes recomendaciones, porque estamos seguros de que querrás volver.

Palencia es una ciudad de turismo cercano y familiar, rica en patrimonio y repleta de zonas verdes. Cuenta con un entorno repleto de encantos que no dejan a nadie indiferente, y todos ellos pueden descubrirse paseando. Quienes la visitan se quedan ensimismados con su Calle Mayor de casi un kilómetro y peatonalizada, con la tranquilidad de numerosos parques y plazas, con sus iglesias, con la variedad de sus museos que te descubrirán la historia de Palencia. Os proponemos actividades variadas y para todos los gustos: familiares y divertidas, senderismo, culturales… Todo ello acompañado de una amplia oferta gastronómica variada y de calidad.

La imponente escultura del Cristo del Otero. Palencia Turismo

Planes para este verano: lo que no te puedes perder

 1. Canal de Castilla en familia, jugando con Marco Topo: es una de las actividades familiares más demanda en Palencia. Se trata de un juego interactivo para hacer turismo con niños a través del Canal de Castilla; la aventura de Marco Topo. ¿En qué consiste? El juego comienza en el Centro de Interpretación del Canal de Castilla de Herrera de Pisuerga y a través de una guía de viaje los navegantes tendrán la oportunidad de conocer aspectos interesantes y desconocidos de esta grandiosa obra de la ingeniería hidráulica que el tiempo ha transformado en paisaje natural y especio de biodiversidad. 

2. Cueva de los franceses: cerca de la localidad de Revilla de Pomar se encuentra “La Cueva de los Franceses” las únicas cuevas visitables de la provincia de Palencia. Esta cueva cuenta con un recorrido interior en el que se pueden ver maravillosas formaciones cársticas como: mantos, coladas, estalagmitas, estalactitas que, junto con la reciente instalación de un moderno sistema de iluminación ambiental, permite la contemplación de las fantásticas formaciones geológicas de la caverna. Durante los meses de julio y agosto, dada la gran afluencia, hay que asistir con cita previa. 

3. Castillo Monzón de Campos: solo se puede visitar por fuera, pero es una parada obligatoria en Palencia. Lleva cerrado desde 2001 y es considerado una de las fortalezas históricas de la ciudad. Fue declarado Bien de Interés el 1949 y fue adquirido y restaurado parcialmente por la Diputación de Palencia en 1964. Desde el castillo se puede contemplar el casco urbano de esta localidad palentina también llamada Monzón de Campos, acogedor y lleno de historia. 

4. Cascada de Mazobre: para descubrir este atractivo regalo de la naturaleza solo hay que organizar una mañana, con ropa y calzado cómodo, para aventurarse a realizar una ruta rodeado de sendas verdes, una flora especial y una fauna muy variada. El recorrido comienza en el aparcamiento de Pino Llano para después ascender al arroyo de Mazobre. La ruta ofrece increíbles vistas y regalos, como los cortados del Pico Espigüete. Se trata de un sendero fácil, sin complicaciones y apto para todos los públicos. Tiene una duración aproximada de dos horas y se puede realizar tanto a pie como en bicicleta. Podremos ver sobrevolar buitres y en tierra osos pardos y jabalíes, aunque no hay ningún peligro puesto que estos animales suelen huir al ver grupos de personas. 

5. Parque Natural Montaña Palentina: los aventureros pueden planear acudir a este parque famoso por las agudas crestas de sus montañas, los prados y pastizales. Ofrece unas espectaculares vistas y una compañía inigualable de la mano de osos pardos (en peligro de extinción).

6. Bodegas de Torquemada, conjunto etnológico: los amantes del vino tienen también un hueco en Palencia gracias a las bodegas de Torquemada, declaradas Bien de Interés Cultural, donde se fusiona el paisaje, la historia, la gastronomía y los caldos de las más de 500 bodegas censadas que existen en la ciudad. Podremos realizar varias visitas y conocer la elaboración de algunos de los bodegones, cómo conservan el vino y contemplar los viñedos.

Las joyas más desconocidas de Palencia

Palencia deleita los paladares de visitantes de cualquier parte del mundo. Cuenta con un importante patrimonio agronómico, gastronómico y cultural, su gran seña de identidad. Os destacamos, de manera breve, algunos de los productos que podréis encontrar solo visitando Palencia:

Algunos productos de origen vegetal: aquí se encuentran las alubias de Saldaña; la cebolla de Palenzuela; los garbanzos de Campos; los famosos guisantes de Palencia; las lentejas Pardinas; la patata de la Ojeda y la Valdivia; el pimiento de Torquemada y las setas de Palencia. 

Torquemada es una de las localidades con más encanto de Palencia.

Algunos productos de origen animal: la carne de la Montaña Palentina; la cecina y jamón de Villarramiel; los embutidos palentinos como el chorizo, la longaniza, el lomo o el jamón; el lechazo churro; la morcilla y los palominos de Tierra de Campos.

Lácteos: la existencia de veinticinco industrias lácteas palentinas demuestra la importancia de este sector en esta ciudad. Por eso, muchas de las marcas lácteas se encuentran en Palencia y muchos de los productos, como los yogures o las cuajadas, se elaboran en ganaderías propias de la ciudad. Lo mismo ocurre con los quesos, ya que cuentan con una gran cantidad de ganaderos que elaboran sus propios productos. 

Panadería, repostería y miel: en algunos pueblos de la Montaña, en el Cerrato palentino, se encuentran pequeños artesanos y empresas familiares que cultivan miel. En la misma línea, lo mismo ocurre con el pan, que lo elaboran de manera traidicional, y las barras cuentan con un aspecto muy característico de la zona; corteza brillante, un color tostado suave, y unos dibujos en forma de ondas o picos. 

En cuanto a la reportería, en Palencia destacan los almendrados, los amarguillos y los tocillos de cielo de Villoldo, los bollos tontos, los hojaldres y el Brazo de San Lorenzo. Todos ellos se elaboran en distintos pueblos de la ciudad.