En caso de que no podamos eliminar el azúcar de nuestro día a día daremos algunas opciones saludables para empezar a dejar de consumirlo. Así, encontramos que el edulcorante o la miel son las opciones más saludables que existen para sustituir el azúcar pero los nutricionistas indican que la mejor de todas, en caso de tener que echar algo, sería la fruta partida en pequeños trozos. En caso de querer hacer dulces se puede utilizar la fruta para hacer la masa de los bizcochos por ejemplo. Otra opción sería echar frutos secos, o especies como la canela o la vainilla. Siempre en su justa medida las opciones mencionadas serán mejores que consumir azúcar. Aun así, como decimos esto no tiene que ser un sustitutivo directo y pensar que porque es más sano se puede echar sin pasarse, ni mucho menos. Todo en su justa medida y con el objetivo de llegar a comer sin necesidad de añadir ningún tipo de edulcorante.

Aumento de peso. El consumo de azúcar por encima de lo indicado y de manera continuada es muy grave para nuestra salud. El cuerpo absorbe de una manera muy sencilla el azúcar y puede aumentar de una manera muy brusca la glucosa en sangre liberando insulina en grandes cantidades, lo que estimula el almacenamiento de grasas. Además, esto propicia que surja hipertensión.

2 Caries. Aunque lo sepamos no está de más repetir la importancia que tiene tener una salud dental óptima, ya que de no hacerlo estaremos fomentando la posibilidad de tener enfermedades. Relacionado con el alto consumo de azúcar pueden aparecer caries, unas bacterias que se alimentan del azúcar. Las caries por su parte producen un tipo de ácido que a la larga es el responsable del deterioro del esmalte..

3 Problemas de memoria. Varios estudios indican que existe una gran relación entre el consumo elevado de azúcar y la falta de memoria o de retención de conceptos. En este sentido, ya en el 2012, en un estudio que realizaron científicos de la Universidad de Los Ángeles concluyeron en su investigación que una dieta alta en fructosa en un largo periodo de tiempo puede hacer que el cerebro tenga problemas para aprender y retener información.

4 Alzheimer. Varios estudios indican que un alto consumo de azúcar puede afecta directamente en la capacidad cognitiva de nuestro cerebro y esto, en un largo plazo, puede facilitar la aparición de enfermedades de memoria como el alzheimer o la demencia.

5 Acné y otros problemas que pueden aparecer en nuestra piel. El azúcar produce una sustancia, conocida como AGE, que daña el colágeno de nuestra piel, así como perjudica también la elastina. Esto significa que el alto consumo de esta sustancia provoca que nuestra piel pierda la capacidad de recuperarse y además envejecerá muy rápido.