Reputada (y respetada) conquistóloga. Amante y reportera en carreras de caballos. Y además, excelente conductora de autobús, quizá su faceta más desconocida. Así es la donostiarra Isabel Landa Sola, uno de los rostros más conocidos del segundo canal de Euskal Telebista, y desde hace una temporada también entre los espectadores hípicos de Movistar. Porque todoterreno desde bien txiki, no existe aventura que se le resista a esta divertida y cercana mujer de 37 años de edad. Por ello, y tras recibir la llamada del periodista Imanol Arruti (Onda Vasca), Landa exprime con éxito desde el pasado año una nueva vertiente profesional. La de formar parte del equipo que narra todos los festivos (y también durante la temporada de primavera) para dicho canal las carreras del Hipódromo de Lasarte. Y aunque sintió “mucho vértigo al principio”, lo cierto es que nuestra Isa se desenvuelve como caballo en corral, por hallar un símil temático.
Su trayectoria televisiva le acompaña y avala. Tímida, discreta y muy cariñosa en las distancias cortas, a pesar de esa imagen de colaboradora “dura y exigente” que puede transmitir en directo, Isabel Landa es una de las conquistólogas más queridas por el público vasco. Ejerce desde hace más de una década como analista objetiva, empática y crítica (cuando hay que serlo) en uno de los programas en castellano más exitoso de todos los tiempos: El Conquis. Y también uno de los más duros y seguidos a nivel mundial, según siempre ha afirmado la prensa especializada. De hecho, el formato, tras 19ª ediciones en ETB-2, debutará esta temporada en el primer canal de TVE, de la mano del propio Julian Iantzi y Raquel Sánchez Silva. “No me lo pienso perder. Y me alegro por todo el equipo. Para mí, tras tantos años, David Seco es como de la familia. Y también tengo muchísimo cariño a Patxi Alonso, a Eneko Van Horenbeke, a Manu Maritxalar...”, especifica Landa, tras emocionarse al hablar del fallecido Julen Madina. Se trata de la misma joven que en 2012, tras debatirlo en una cena con amigas y amigos, y sin ser seguidora del reality, decidió presentarse a los castings. ¡Y la eligieron! Su arrolladora personalidad jugó, sin duda, un papel fundamental. Además de lo anteriormente mencionado, toca el saxofón, practica esgrima. siempre ha trabajado con caballos... Se quedó a las puertas de la final, no ganó, pero el enorme apoyo que recibió por parte del público y su forma de expresarse en esa inolvidable octava edición de El Conquis le valieron una silla en el debate semanal.
“Mi trabajo, el autobús, es lo que me da de comer y lo que me permite pagar la hipoteca”
Y ahí continúa más de diez años después. Una faceta que siempre ha combinado con su “trabajo oficial”: el de conductora de autobús urbano en San Sebastián. De hecho, algunos pasajeros, cuando suben al vehículo, se le quedan mirando y susurran: “¿Es Isa Landa, no lo es? A mí me hace mucha gracia. Los menos vergonzosos me saludan, comparten opiniones conmigo sobre el programa...”, detalla. Profesional, seria y “muy responsable”, aunque ha tenido ofertas televisivas jugosas, siempre ha permanecido con los pies en la tierra. “Mi trabajo, el autobús, es lo que me da de comer y lo que me permite pagar la hipoteca. La tele es un extra que me encanta y que siempre compaginaré”, concluye Isabel Landa. Con esa misma sinceridad, espontaneidad y gracia con la que ha logrado que muchos también la sintamos como de la familia.
Perfil digital
La ‘conquistóloga’ más querida y respetada en redes sociales... No es la contertulia del debate de El Conquis con más seguidores en Twitter. Tampoco en Instagram. De hecho, suma una comunidad de poco más de 7.000 seguidores y seguidoras (más de 3.750 en el perfil actualmente llamado X; y 3.200 en Instagram). Pero son fieles y “de buena calidad”, como destacaría don Karlos Arguiñano. Todo ello gracias a la empatía y respeto que siempre intenta mostrar hacia los concursantes de uno de los realitys más duros de los que todavía se emiten en televisión. “Aunque muchas veces no comparta sus opiniones o actuaciones, intento ponerme en su lugar y comprenderlos. Quienes hemos vivido esas penurias sabemos lo mucho que se sufre”, finaliza Sola.