El cine, la televisión y sobre todo las redes sociales ejercen una fuerte influencia entre los más jóvenes al mostrar unos personajes con unos estándares de belleza más propios de filtros de Instagram o de TikTok que de personas reales.

Para imitar a las celebrities o a los influencers del momento, muchas personas no dudan en someterse a intervenciones estéticas, algunas ya bastante habituales como el aumento de labios, el relleno de ojeras, las bichectomías, los hilos tensores o las mamoplastias. 

Sin embargo, hay otras cuya eficacia y seguridad, según los expertos, no están del todo demostradas. Este es el caso de la queratopigmentación, una práctica que nació con fines terapéuticos pero que ahora se encuentra ya más vinculada a la cirugía estética. La Sociedad Española de Oftalmología (SEO) desaconseja realizarla en ojos sanos, alertando de la falta de estudios clínicos y de certezas sobre los problemas que puede provocar a largo plazo.

Tatuaje ocular

También conocida como tatuaje ocular, sirve para cambiar el color de los ojos mediante la pigmentación de la córnea. Consiste en realizar en esta un microtúnel circular con un láser de ultraprecisión y aplicar en él un pigmento con la tonalidad deseada para cubrir el color natural de los ojos. Hasta el momento se ha probado con tintes de color azul, verde, marrón y blanco.

La intervención se lleva a cabo con anestesia local, administrando unas gotas de colirio anestésico en el ojo. Suele durar 45 minutos y según señalan los expertos no es dolorosa, aunque en los días siguientes puede causar sensibilidad a la luz o cambios de visión que irán remitiendo. Su precio oscila entre los 5.000 y los 7.500 euros.

Un hombre recibe gotas anestésicas en el ojo. Freepik

No con fines estéticos

Los profesionales oftalmológicos recomiendan la queratopigmentación con fines terepéuticos para los casos en los que sea necesario mejorar la apariencia de los ojos de personas cuyo aspecto se ha visto perjudicado por ciertas patologías o lesiones como los leucomas. También aconsejan su uso para corregir la visión en casos de diplopia monocular o graves deslumbramientos, así como para la fotofobia asociada a defectos en el iris, totales o parciales. 

Sin embargo, desaconsejan hacerla en ojos sanos con unos fines meramente estéticos ya que podría complicar en el futuro operaciones necesarias como las de cataratas o de retina, así como cirugías láser para corregir la miopía. Los expertos apelan en su lugar a otras alternativas más seguras y menos invasivas para cambiar el color de los ojos como pueden ser las lentillas de colores.

Riesgos de la queratopigmentación

Oftalmólogos apuntan distintos riesgos y peligros asociados a este procedimiento y algunos de ellos son:

1- Infecciones. Si no se toman las medidas de higiene adecuadas durante el procedimiento, puede haber una mayor posibilidad de contraer una infección ocular cuya principal complicación puede ser una pérdida permanente de la visión.

2- Daño en la córnea. Si se realiza de manera incorrecta o se utiliza un pigmento inadecuado y la córnea se daña, puede producirse una pérdida de la visión o de la sensibilidad ocular, así como una mayor sensibilidad a la luz. Una perforación de la córnea provocaría daños irreparables.

Una mujer recibe un tratamiento con láser. Freepik

3- Cambios en la visión. Alterar la estructura de la córnea puede causar visión borrosa, halos de luz y dificultad para distinguir los colores. Además, si se aplica demasiada cantidad de pigmento o se hace excesivamente cerca de la pupila, el ojo puede perder su capacidad de enfocar la luz de forma correcta.

4- Cambios de color. Si el procedimiento no se realiza de la forma correcta puede que el color resultante de los ojos no sea el deseado, que no sea uniforme, que provoque manchas o decoloraciones en la córnea o que con el paso del tiempo se vaya desvaneciendo. 

5- Dificultad para retirar el pigmento. Si uno se arrepiente y quiere recuperar la tonalidad que tenían antes sus ojos, puede que sea difícil retirar el pigmento de la córnea.

6- Mala cicatrización. Este procedimiento puede provocar cicatrices que afecten a la apariencia del ojo y a la visión.

7- Efectos secundarios. Algunas personas pueden experimentar efectos secundarios después del procedimiento como inflamación, enrojecimiento y dolor en los ojos.

Por todas estas razones es importante que antes de someterse a cualquier tratamiento estético que pueda conllevar unos riesgos consultemos con el especialista para evaluar sus posibles riesgos y beneficios. Y recuerda, más vale gozar de una buena salud ocular que ponerla en riesgo por una razón meramente estética.