Julen Alberdi se mostró abatido al término del desafío que sostuvo ante Iker Vicente en Tolosa:“No he disfrutado nada desde el principio. Es lo que hay, y hay que seguir adelante. Se me han agarrotado los antebrazos, no podía darle altura al hacha. La madera no era mala, pero había que darle. He pasado dos o tres nudos, pero no es excusa”. 

Alberdi necesitó cerca de diez minutos más que su rival para completar un trabajo de catorce kanaerdikos y ocho troncos de 60 pulgadas. El aizkolari azkoitiarra empezó a cortar unos kanaerdikos del centro de su fila, mientras que Vicente empezó por los troncos de 60 pulgadas, situados en un extremo de ambas hileras. “En casa empezábamos así, no hay otra explicación. Nos sentíamos cómodos así”.

Crítico

Alberdi se mostró muy crítico con su actuación:“No creo que haya hecho un tiempo como para estar orgulloso, pero es lo que ha salido”. El guipuzcoano no tendrá mucho tiempo para recuperarse, ya que la semana que viene en Getaria debutará en el Urrezko Aizkolaria individual.