Pese a haber ganado con una amplísima ventaja, Iker Vicente afirmó haber “sufrido” durante la apuesta. “Había más trabajo de lo que pensaba. Sabía que la mía iba a ser fuerte, pero pensaba que la suya iba a ser mejor. Han salido pocos nudos, pero había que pisarla. Era un tipo de madera que te vacía en la parte de dentro. Quizás he empezado demasiado fuerte. Igual el ritmo no era muy alto, pero daba todos los golpes con todo lo que tenía en el cuerpo y al final lo he pagado un poco.Pero también he sacado una renta grande y al final he podido gestionarla”.

"Tengo un equipo muy bueno"

El navarro no se confirmó con la victoria:“Sabía que podía hacer una buena marca y así ha sido. Veía que llevaba ventaja, pero no me he visto ganador hasta el último golpe. Tengo un equipo muy bueno, mi padre y Eneko Saralegi son una máquina, y Eneko en cuanto he salido de los troncos de 60 me ha dicho que iba delante”.

Vicente quiere “disfrutar” tras la apuesta:“He estado cuatro meses en casa que han sido muy duros, me he dedicado solo a esto las 24 horas del día”.