Ugaitz Mugerza se enfrentará este domingo a Eneko Otaño en un duelo desigual. El mutrikuarra tendrá que ser el primero cortando 20 kanaerdikos para hacerse con la victoria, mientras que su rival deberá partir uno más. Cada parte se jugará 5.000 euros en la plaza de toros azpeitiarra (12.30 horas).

El domingo realizará su primera apuesta…

–Siempre he tenido ganas de hacer alguna. No quería dejar el mundo del deporte sin probar a hacer una apuesta. Veía que era una buena oportunidad por el momento en el que estoy físicamente y por la estabilidad que tengo, en general. Surgió en una comida en la que se habló un poco, en la que no estuvimos ni Otaño ni yo. De ahí a una semana quedamos nosotros y lo cerramos. 

Otaño deberá cortar 21 kanaerdikos, y usted, 20.

–En 2022, Otaño quedó delante de mí en todos los campeonatos. Tanto Eneko como yo estuvimos de acuerdo en que era una ventaja normal para que la apuesta sea igualada y no haya claros favoritos.

Otaño deberá llevar once troncos, usted diez, y además tendrá la oportunidad de descartar el tronco que no quiera cortar entre el lote que lleve su rival. ¿Puede influir mucho en el desarrollo de la apuesta?

–Al final es un tronco más, y según cómo esté colocado y la calidad de la madera, el tiempo para cortarlo puede variar unos 30 o 40 segundos, y en vez de cortarlo en dos minutos y medio lo cortas en tres. Sí que tiene importancia. De hecho, cuando cerramos el trato nos costó bastante acordar cómo sería esa diferencia. 

¿Cómo será su madera?

–No hemos encontrado una madera que nos haya encantado. No es fácil encontrar un material como el que queríamos. Con las nevadas, además, no se pudo sacar mucha madera, y tampoco hemos tenido la opción de elegir. Vamos a intentar llevar una madera normal. Por lo menos, espero que sea limpia, que no salgan nudos, y que esté todo igualado. 

¿Cómo cree que serán los troncos que traerá Otaño?

–No creo que le interese traer una madera dura. Quizás algo más tensa, para alargar un poco el trabajo y castigarme a mí, ya que físicamente es superior a mí, es más corpulento, tiene más fuerza y más resistencia.

¿Dónde estará la clave de la apuesta del domingo?

–El principio siempre suele ser un poco tenso. Hay veces en las que sales muy rápido y luego no sigues el ritmo, o no empiezas tan fuerte y el rival se te escapa. Luego se puede remontar, pero el comienzo es muy importante. Sobre todo, tienes que salir a un ritmo al que estés preparado para aguantar los 50 minutos, o los 20 kanaerdikos que vas a cortar. 

¿Calcula que el trabajo se prolongará durante 50 minutos?

–Viendo el material que hay últimamente, y pensando en que me puede traer madera tensa, creo que se puede alargar ese tiempo. Al final, cada uno sabemos cuánto cortamos cada uno y dónde andamos, pero los tiempos varían según la madera. Puede que no estés a tu nivel ese día, pero normalmente la madera influye muchísimo.

Su padre, Fausto Mugerza, hizo una apuesta sobre 20 kanaerdikos con Jabier Mindegia…

–Sé que llevaron una madera bastante dura. Fue contra un sobrino de Mikel Mindegia que venía de ganar algunas apuestas. Creo que tiene hechas cuatro apuestas.

“Eneko y yo estuvimos de acuerdo en que era una ventaja normal para que la apuesta sea igualada y no haya claros favoritos”

Ugaitz Mugerza - Aizkolari

Ya le habrá dado algún consejo para el domingo…

–No creas. Como entrenador he tenido a Anjel Arrospide, que me ha ayudado más de una vez en campeonatos. Fuimos pareja en la Urrezko Aizkora durante dos años, y me da muchísima confianza. La verdad es que he tirado más de Anjel que de mi padre. Es más tranquilo que mi padre, los nervios a mí me sobran y necesito ese punto de calma.

¿Cómo se encuentra físicamente?

–Me encuentro bien, no he tenido ningún bajón raro. He hecho buenos entrenamientos, lineales. Tuve una pequeña lesión dos meses antes de la apuesta. Me torcí el tobillo y estuve una semana parado, pero lo retomé enseguida y ahora estoy en perfectas condiciones. Físicamente me siento bien, y psicológicamente, también. Sí que estos últimos días empiezo a notar los nervios, pero eso es normal. 

Este año ha vuelto a disputar una final de un Campeonato de Euskal Herria, en el Aizkolari Txapelketa Nagusia. Otaño fue segundo y usted, cuarto.

–Esta apuesta también salió de ahí. Tuve unas sensaciones muy buenas, creo que hice un buen papel y me dije Ahora puede ser el momento para hacer una apuesta. Fue un punto de inflexión para llegar a donde estoy. 

El trabajo de la final consistió en cortar cuatro kanaerdikos, cuatro troncos de 60 pulgadas y cuatro oinbikos, y Otaño le aventajó en unos tres minutos y 32 segundos. ¿Puede servir como referencia?

–Creo que es un trabajo algo menos que cortar 20 kanaerdikos. Será como unos 19 kanaerdikos, pero en la mitad del trabajo hay troncos de 60 pulgadas y oinbikos, maderas bastante exigentes, bastante más grandes que los kanaerdikos, y a mí esas maderas me rompen un poco. Necesitan mucho golpe y mucha fuerza, sobre todo los oinbikos. Los que me rodean dicen que para mí 20 kanaerdikos pueden ser mejor trabajo que el del campeonato. La diferencia en la final fue de tres minutos y pico. Él cortó bien y yo corté bien. Puede servir como referencia, pero esto es una apuesta, es algo nuevo para mí. Pueden pasar mil cosas. 

¿Cómo ha sido su preparación?

–Parecida a la de los campeonatos. Yo suelo coger dos campeonatos como referencias, el de Gipuzkoa y el de Euskadi, y suelo prepararlos con muchísimo mimo. La diferencia esta vez es que psicológicamente me han ayudado un poco más, también el preparador me ha ayudado más, y he metido más trabajo en el gimnasio. Y le he dado más importancia al descanso, sobre todo estas dos últimas semanas de cara a la apuesta. 

Uno de los motivos por los que no se había animado hasta ahora a hacer apuestas es porque la preparación de los desafíos solía coincidir con la temporada de caza. ¿Cómo lo ha llevado?

–La verdad es que lo pasé bastante mal, porque cuando cerramos la apuesta todavía había un mes de caza. Yo cuando me pongo, me pongo, tanto con el hacha como con la caza. Me costó frenarme, pero cuando di Stop al botón de la caza y Play al del hacha, lo hice. Aunque me costó, lo llevé bien. 

No pudo defender su título en el campeonato de duatlón vasco. 

–Me dio muchísima pena. Vi la final por la tele. Me pareció un campeonato muy fuerte. Eneko Saralegi hizo muy buen trabajo. Si Dios quiere, el año que viene debería estar ahí.

¿Qué ambiente espera en la plaza?’

–Se nota el ambiente, en la cuadrilla, en la gente del pueblo, en el curro… Se nota que hay vida. Cuando entra gente nueva en las apuestas siempre hay un morbo diferente. Ojalá vaya gente y haya un buen ambiente. l