Eneko Otaño (Beizama, 1994) espera disputar “una apuesta bastante igualada” ante Ugaitz Mugerza (Mutriku, 1987). Los dos aizkolaris, sin embargo, tendrán que hacer frente a un trabajo desigual para llevarse los 5.000 euros que se jugarán cada uno. Otaño deberá cortar 21 kanaerdikos, es decir, 21 troncos de 1,25 metros de perímetro y de un diámetro aproximado de 39,8 centímetros. Mugerza, a su vez, se adjudicará la victoria si corta antes un tronco menos que el subcampeón del Aizkolari Txapelketa Nagusia. Ambos se verán las caras este domingo en la plaza de toros de Azpeitia (12.30 horas).

¿Cómo surgió esta apuesta?

–Surgió en una comida entre mi entrenador –Joxemiel Peñagarikano– y su padre –Fausto Mugerza–. Empezaron a hablar, se calentó un poco la cosa, y luego nos juntamos para cenar y cerramos la apuesta. 

¿Cuál era la propuesta inicial?

–En la mesa, entre ellos ya hablaron de que el trabajo sería de 20 y de 21 troncos, yo acepté la apuesta, y luego cerramos los detalles de cómo se traería la madera y cómo se iban a apartar los troncos.

¿Cómo van a llevar la madera?

–Mugerza llevará diez troncos y yo once. En la plaza, él preparará sus mitades y mis mitades, y yo, sus mitades y las mías. Entre mi madera, él elegirá un tronco que no tendrá que cortar.

¿Qué características tendrán los troncos?

–Creo que él intentará traer la mejor madera posible. Por nuestra parte, yo no he entrado mucho en eso. Se han ocupado mis entrenadores y no sé qué van a llevar. Yo tengo que hacer mi trabajo, y habrá que cortar lo que haya. Mi entrenador anda poniendo madera para campeonatos y supongo que será de sitios diferentes. Alguna madera será de Irati, otra de Orbaitzeta...

¿Le conviene que la madera sea dura?

–Creo que a ninguno nos conviene que la madera será dura. Con una madera muy dura siempre puede haber más diferencias. En la madera puede haber mucha variedad. Yo tengo que cortar 21 kanaerdikos y él 20, es un trabajo bastante potente.

Hoy en día no es muy habitual una apuesta con diferentes trabajos...

–Antes se jugaban muchas apuestas con diferencias, para igualar las apuestas. Olasagasti, por ejemplo, ya jugó una apuesta con Xabier Zaldua con una diferencia de dos troncos –en 2012, sobre 20 y 22 kanaerdikos–, y Mindegia también jugó varias.

¿Cómo se animó a aceptar este reto?

–A mí el mundo de las apuestas me gusta mucho. Es diferente a preparar un campeonato, la cabeza te hace otro click, tienes otra ilusión, otras ganas de preparar todo eso, y es algo muy especial.

Este será su cuarto desafío. El primero fue con Mikel Larrañaga, y entonces también hubo trabajos diferentes.

–Sí. Yo tenía que cortar un tronco menos que él –uno de 60 pulgadas– y perdí.

Después ganó a Mieltxo Mindegia y a Arria V.

–Sí. Contra Arria además acabé con bastante ventaja.

¿Cómo llega al domingo?

–Los cuatro meses de preparación me han ido bastante bien y no he tenido ninguna lesión. A ver si estos últimos días no cojo ningún catarro y llego fuerte. He seguido haciendo lo de siempre, cortando madera, dando vueltas por el monte y cuidando la alimentación lo mejor posible. En cuanto al peso, estoy más o menos como siempre, en torno a 92 o 93 kilos, aunque siempre pierdes un poquito de grasa y ganas algo de músculo. 

¿Dónde cree que estará la clave de la apuesta?

–Creo que estará entre la mitad del trabajo o del tronco quince hacia atrás. Creo que Ugaitz empezará a notar el cansancio, y a partir de ahí le tendré que ir sacando ventaja.

“Ugaitz Mugerza lleva toda la vida compitiendo. Le veo muy fuerte, y es un aizkolari que tiene mucha experiencia”

Eneko Otaño - Aizkolari

Mugerza y usted se enfrentaron entre sí por última vez en el Aizkolari Txapelketa Nagusia, el pasado mes de noviembre. En un trabajo de cuatro kanaerdikos, cuatro troncos de 60 pulgadas y cuatro onbikos, usted fue subcampeón y le aventajó en más de tres minutos y medio, y él terminó cuarto. ¿Aquello puede servir como referencia?

–Los troncos son diferentes. La referencia está ahí, pero en una puesta será diferente.

¿Cómo ve a Ugaitz Mugerza?

–Ugaitz lleva toda la vida compitiendo. Todavía no había entrado a las apuestas, y ha decidido jugar una apuesta antes de terminar su carrera. Yo le veo muy fuerte, y es un aizkolari que tiene mucha experiencia. Habrá que andarse muy al loro.

Esta va a ser la única gran apuesta de la temporada. ¿Por qué cree que no ha habido más?

–Las apuestas tienen mucho trabajo por detrás. A mí me gustan mucho las apuestas, pero se ve que a la gente le echan un poquito para atrás, no sé por qué. Espero que la gente empiece a interesarse, porque las apuestas son muy importantes en los herri kirolak. 

¿Este desafío ha generado mucha expectación en su entorno?

–Yo a la gente la veo con ilusión. Creo que va a ser una apuesta bastante igualada. Con un tronco de diferencia se iguala mucho la apuesta. Puede ser algo bonito para ver, algo muy competitivo, y que la gente se va a animar a ir a verla. Y, si no, a ver si se anima.

Iker Vicente les retó a usted y a Julen Alberdi –Txikia–, en diciembre, pero decidieron no aceptar su desafío. 

–Fue un poco raro, las fechas tampoco eran buenas para hacer una apuesta y no era el momento.

Entiendo que, pase lo que pase en esta apuesta, le gustaría hacer más. 

–Sí. El año que viene también me gustaría hacer alguna apuesta. Al final, para hacer una apuesta hay que igualarlas, como yo he dado ventaja a Ugaitz. Sobre todo, hay que hablar.

Cuarta apuesta de Otaño

Otaño ha disputado ya tres desafíos a lo largo de su carrera. En 2014, con tan solo 20 años, cayó frente a Mikel Larrañaga, que en ese momento tenía 24 años y que esa misma temporada ganó su primer Campeonato de Gipuzkoa y el Campeonato de Euskal Herria de segunda división. El de Beizama tenía que cortar diez kanaerdikos y cinco troncos de 60 pulgadas, y el azpeitiarra, además, un sexto tronco de 60 pulgadas. Larrañaga completó su trabajo en 45 minutos y 50 segundos, y Otaño, en 49:38. En 2016, el de Beizama venció a Mieltxo Mindegia sobre doce kanaerdikos y cuatro troncos de 60 pulgadas, con casi minuto y medio de ventaja (41:35). Por último, el año pasado derrotó con una amplia renta a Arria V sobre veinte kanaerdikos que cortó en 46:57.