Eneko Otaño reconoció que, a pesar de su ventaja, había acusado los nervios durante la apuesta: "He sufrido un poquito, pero hemos conseguido ganar y estoy a gusto. Al principio he empezado bastante bien, pero estaba muy nervioso y no estaba disfrutando".

El aizkolari de Beizama se encontró con varios nudos en sus últimos troncos: "He empezado por delante. He ido a hacer mi trabajo y he empezado por mis maderas. Él ha empezado por las suyas que igual eran un pelín más duras, o bastante más. Al principio he tomado ventaja, hacia la mitad he visto que iba por delante, y en la segunda mitad del trabajo me han salido unos cuatro o cinco nudos, y psicológicamente te rompe el ritmo".

Otaño, que disputaba su tercer desafío, reconoció que en las apuestas "hay mucha tensión, pero creo que pasar estas situaciones me va a ayudar en mi carrera". El tercer clasificado del Aizkolari Txapelketa Nagusia celebró su triunfo con "una comida de unas 70 personas en el bar Mendizabal, para terminar bien el día".