lrededor de quince bares y restaurantes de Zarautz ofrecerán de aquí en adelante una solución ecológica para evitar el despilfarro alimentario, bajo el proyecto Gourmet bag puesto en marcha por el departamento de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Gipuzkoa, en colaboración con el Impact Hub de Donostia.

El objetivo de esta campaña es animar a que en los restaurantes los clientes se lleven a casa la comida de los platos que no terminan. Para ello, se repartirán envases biodegradables en los restaurantes participantes en la campaña, teniendo también la posibilidad de reducir los plásticos de un solo uso. "A veces nos da vergüenza pedir que nos pongan la comida que no hemos acabado en el restaurante para llevárnosla a casa. Queremos acabar con esos prejuicios. Debería estar bien visto llevar a casa lo que nos ha sobrado en el plato para que lo aprovechemos más tarde" explicó la concejala de Agenda 21, Gloria Vázquez en la presentación del pasado viernes. De momento, quince negocios zarauztarras se han adherido a la iniciativa, pero el Ayuntamiento sigue en contacto con los miembros de la asociación de hosteleros Zurekin para que la campaña llegue más allá.

Según indicaron, este recipiente ecológico fabricado con papel reciclado, es apto para el microondas además de ser compostable y totalmente biodegradable, pudiendo depositarse finalmente en el contenedor marrón.

Se estima que en la Comunidad Autónoma Vasca se desechan más de 350.000 toneladas de alimentos al año. La mayor parte de ellos, en torno al 53%, se malgasta en los hogares, y "por eso es importante que los consumidores sean conscientes de este problema", explicó Vázquez quien añadió que "es muy llamativo que mientras en Europa la comida se desperdicia por toneladas, en el mundo pasan hambre más de 820 millones de personas. Estas cifras han aumentado aún más debido al covid-19. Esta situación es éticamente inaceptable".

Desde el punto de vista económico y medioambiental, este despilfarro también conlleva graves consecuencias. Además de un sobrecoste de 143 millones de euros, también se malgastan muchos recursos necesarios para la producción de estos alimentos, como el agua, la energía, el uso de la tierra...

Esta campaña de sensibilización se creó en 2018, pero en aquel entonces solo los establecimientos de Donostia tuvieron la oportunidad de participar. En la segunda edición, sin embargo, la propuesta cogió más escala y llegó a diferentes municipios de Gipuzkoa, entre ellos Arrasate, Eibar, Tolosa, Beasain e Irun. Por tanto, Zarautz remará ahora en la misma dirección de la lucha contra el despilfarro alimentario dentro de una estrategia contra el cambio climático.