- El sábado se cumplió el 200º aniversario del nacimiento del historiador y político zumarragarra Nicolás de Soraluze. Este hombre salvó la casa-torre Legazpi y fue alcalde de Donostia durante la Segunda Guerra Carlista.

Soraluze nació en Kalebarren, en 1820. En su infancia estudió en la escuela de primeras letras de Urretxu. Más tarde, marchó a estudiar a Azkoitia, a la escuela de los Jesuitas, donde vio despertar su afición por la historia.

Para evitar que luchara en la Primera Guerra Carlista, sus padres lo enviaron a Francia, y desde allí a Buenos Aires, donde estuvo hasta 1855. Durante los años en los que residió en Sudamérica se dedicó a los negocios.

Además, trajo consigo los títulos de Cónsul Honorario de Argentina y Uruguay. A la vuelta de Argentina, se dedicó a la política. Primero lo hizo a nivel municipal, defendiendo los intereses de Zumarraga y Ezkio, integrados en la Unión de la Santa Cruz de Arguisano, ante las Juntas Generales de Gipuzkoa.

También defendió la casa natal de Miguel López de Legazpi de su destrucción por parte de los que estaban llevado a cabo las obras del ferrocarril. Por otro lado, dio el primer paso para desligar a Zumarraga de la Hermandad Guipuzcoana. El origen del conflicto estaba en los posibles trazados de la carretera que debía unir la estación de ferrocarril de Zumarraga con Zumaia. Soraluze defendía que esta carretera atravesase Zumarraga, pero finalmente se realizó por Urretxu, eliminando parte del altar del templo parroquial de San Martín de Tours.

Durante la Segunda Guerra Carlista, el historiador y político zumarragarra fue alcalde de la liberal Donostia. En el transcurso de su mandato firmó un acuerdo con el general Lizarraga para efectuar un canje de prisioneros.

Pero Soraluze destaca fundamentalmente por ser uno de los historiadores más notables que ha dado Gipuzkoa. Fue Académico de la Real Academia de la Historia y Presidente de la Comisión de Monumentos Históricos, entre otros cargos. Entre sus obras destacan las escritas sobre Gipuzkoa, Juan Sebastián Elkano y Miguel López de Legazpi.

En Donostia y en Zumarraga hay sendas calles que llevan su apellido. La de Donostia da al Paseo Nuevo y la de Zumarraga a la plaza de la localidad.

Por otro lado, cabe destacar que Soraluze era quinto del urretxuarra Joxe Mari Iparragirre. De hecho, coincidieron en el colegio de Urretxu.