- El Consejo de Administración de Visesa decidió el lunes desestimar el convenio de colaboración suscrito con el Ayuntamiento de Azkoitia para construir 16 Viviendas de Protección Oficial en el emblemático edificio de la Casa Idiakez Ederra, calificado como Bien Cultural con la categoría de Conjunto Monumental.

La decisión adoptada por Visesa obedece a la imposibilidad de encontrar una empresa que se encargue de ejecutar el proyecto planteado dentro del presupuesto de 2.431.004 euros (IVA aparte) con el que se sacó a licitación el pasado mes de marzo; por lo que lo considera "inviable".

Al no tratarse de una promoción de vivienda protegida al uso, el convenio entre Visesa y el Consistorio recogía la posibilidad de que la sociedad pública dejara sin efecto el contrato si suponía pérdidas de más de 100.000 euros para sus arcas; toda vez que los principios rectores de la política de vivienda en Euskadi consideran que "la adjudicación en propiedad de vivienda protegida ha de autofinanciarse, sin consumir recursos públicos".

Y eso es, precisamente, lo que parece que iba a suceder en el caso de que el proyecto siguiera adelante, ya que el concurso público organizado para adjudicar las obras ha quedado desierto después de que la única empresa que presentó una oferta (la UTE formada por Altuna y Uria, Campezo y Teusa) comunicara que presentaba su retirada "porque tras realizar un estudio detallado deducían que el coste de la obra iba a ser muy superior al importe de licitación", explican desde el Consistorio.

Con el desestimiento del convenio firmado con el Ayuntamiento, Visesa pone punto y final a la trayectoria de un proyecto que tras el desescombro, el escaneado del edificio en 3D y el estado del muro interno ya evidenció que iba a requerir de una inversión mucho mayor de la prevista en 2015, cuando la Viceconsejería de Vivienda, el departamento de Cultura del Gobierno Vasco y el Consistorio acordaron rehabilitar el edificio.

El hecho de tener que volver a plantear el futuro de Idiakez Ederra es un duro varapalo para el Ayuntamiento, que veía en el proyecto para otorgar un destino social al histórico inmueble "una opción más que satisfactoria".

El alcalde, Javier Zubizarreta, reconoce que "duele" la decisión adoptada por Visesa, pero considera que "hay que entenderla en el marco de una gestión administrativa sujeta a números". Según Zubizarreta, "se ha ido tirando del proyecto con la convicción de que se superarían todas las adversidades, pero al final el compromiso de construir 16 VPO se ha convertido en resignación y al Ayuntamiento le toca volver a replantear el futuro de la Casa Idiakez como hizo en 2015".

En cualquier caso, el primer edil se muestra optimista: "Estamos ya trabajando en nuevas fórmulas para buscar una viabilidad".