a cultura, en sus diferentes expresiones, ha sido también una de las grandes damnificadas de la pandemia, ya que primero se prohibieron las reuniones, para después permitir las actuaciones con aforos reducidos. No obstante, los Ayuntamientos han situado durante estos meses al sector de la cultura entre sus líneas estratégicas y se han esmerado en organizar unas cuidadas y potentes agendas culturales.

Por ejemplo, Errenteria celebró en 2020 el 700º aniversario de la villa. Por desgracia, algunos eventos no se pudieron celebrar, pero fueron sustituidos por otras propuestas que se difundieron a través de Internet para que toda la ciudadanía pudiera rememorar la efeméride.

Respecto al Atlantikaldia, el encuentro entre culturas y festival de música, que se celebró en septiembre tuvo que reducir su programación para adaptarse a la normativa vigente en ese momento. Además, varios conciertos fueron suspendidos, aunque la climatología fue la que entonces jugó una mala pasada. No obstante, el fin de semana, sí que se pudo escuchar música en directo, aunque en un escenario especial, una carpa colocada en las pistas de tenis de Fanderia. Esta ubicación permitía controlar los aforos y evitar aglomeraciones.

Por su parte, la Asociación de Cultura Musical de Errenteria, EMKE, en sus siglas en euskera, presentó en febrero la temporada de 2021. Debido al covid-19, la primera parte de la temporada se dedicará a la programación de propuestas profesionales y de trabajo de recuperación histórica, las únicas opciones permitidas por la actual normativa.

El presidente de EMKE, Josu Mitxelena, adelantó que la asociación está trabajando también en propuestas de cara a una normalidad sanitaria, con la banda de música de Errenteria “a pleno rendimiento”. Tienen preparada una serie de conciertos, algunos que no se pudieron celebrar en 2020, pero prefieren no dar a conocer fechas concretas, por si, en este escenario tan cambiante, hay que suspenderlos.

Asimismo, Lezo, a pesar de ser el municipio más pequeño, ha preparado para la primera mitad del año una agenda cultural de primer nivel. Sin embargo, en enero, el Departamento de Salud adoptó nuevas medidas de seguridad, entre las que se encontraba el cierre perimetral de todos los municipios.

Sin embargo, ante esta situación, el Ayuntamiento de Lezo mantuvo su fuerte apuesta por la cultura y siguió adelante con su agenda cultural, a pesar de que tuvo que devolver el importe de las entradas a aquellas personas de otras localidades que pensaban acudir a un evento, como por ejemplo al concierto de Liher.

De este modo, la actividad cultural no cesará en Lezo y por tanto, todos los eventos culturales previstos para la primera mitad de 2021 seguirán su curso y se llevarán a cabo, como hasta ahora, bajo estrictas medidas de seguridad, garantizando así el bienestar de los espectadores. “En estos tiempos tan difíciles ha quedado demostrado, más que nunca, que la cultura es una de las mejores vías de escape y más allá de eso, desde Lezo queremos seguir impulsando el sector cultural y el trabajo de las y los agentes culturales”, apuntan desde el Ayuntamiento.

Por su parte, Pasaia se ha volcado en las artes escénicas, sobre todo aprovechando el auditorio Juanba Berasategi de Pasai Donibane. No obstante, también ocupó otro tipo de instalaciones, como el frontón de Ibaiondo, durante el Festival de Danza que trajo a la localidad seis propuestas culturales entre el 1 y el 4 de octubre. El Ayuntamiento de Pasaia y la compañía de danza Haatik decidieron celebrar esta segunda edición como apoyo a un sector tan castigado como el de las artes escénicas.

Oiartzun no se queda atrás en su agenda cultural, en el que el udal aretoa y también la iglesia de San Esteban están acogiendo multitud de eventos. Además, en diciembre tuvieron que recordar el décimo aniversario de un oiartzuarra ilustre, Xabier Lete. En su homenaje numerosos agentes culturales bordaron un extenso programa.