miliano Sánchez, propietario junto a su hermano de la pescadería sanpedrotarra Ginés e Hijos, ha adquirido esta semana un mero gigante, de 78 kilogramos de peso. "Los ejemplares que se suelen servir en los restaurantes suelen ser de cuatro o cinco kilos y un mero de unos 20 kilos ya suele ser muy grande", señala Sánchez.

Para alcanzar tan descomunales dimensiones se calcula que el pez tiene unos 40 o 50 años. "Para llegar a semejante tamaño habrá tenido que esquivar muchas dificultades en su vida, seguro; es un campeón, es el rey de las profundidades, hasta que el pobre mordió un anzuelo y subió para arriba. Estaría hambriento", relata.

Sánchez consiguió este ejemplar gracias a un proveedor de Tarifa (Cádiz), ya que este tipo de pescado vive en aguas templadas y a gran profundidad, por lo que su pesca es arduo complicada. "Decidí comprarlo al ser una cosa no muy normal y decidí exponerlo en el escaparate el martes para llamar la atención de la gente", recuerda.

El reclamo surtió efecto, ya que el primer día ya vendió todo el pescado. Recibió 40 pedidos de gente de Pasaia, Donostia, Errenteria y de otras partes más lejanas. "Cada uno ha hecho su pedido, según sus necesidades y estamos muy contentos", asegura Sánchez.

Esta madrugada lo despiezarán y por la mañana comenzarán a repartir los casi 80 kilogramos de mero. Quienes hayan hecho su pedido deberán pasar a recoger su encargo por la pescadería.

Como es sabido, el mero es un manjar escaso, por lo que su precio ronda los 50 euros por kilo. Tiene una carne blanca muy sabrosa y es muy apreciado por su valor gastronómico en los restaurantes. "Nosotros hemos puesto un precio muy competitivo, ya que hemos ofrecido el kilo a la mitad de su valor habitual. Realmente es un regalo y la gente está muy contenta", afirma el propietario.

Los entendidos aseguran que el mero cuanto más grande más sabroso es, "aunque en realidad es toda una incógnita, porque nunca hemos comido uno de estas dimensiones", puntualiza Sánchez. "Nosotros nos hemos guardado un poco para nosotros y para los chicos de la pescadería para cerciorarnos de que realmente está bueno", indica.

Es la primera vez que ofertan un mero, pero Ginés e Hijos ya ha probado también con atunes y peces espada de dimensiones extraordinarias. "Cuando tengo una oportunidad de estas características la suelo aprovechar", apunta.

En realidad, Emiliano Sánchez es mayorista de la lonja de Pasaia y hace un año que abrió la pescadería que se encuentra en la calle Esnabide de San Pedro. "Teníamos un local y por la cercanía con la lonja se nos ocurrió abrir la pescadería. Estamos muy contentos con la respuesta que están teniendo los clientes. Ellos están contentos y nosotros también, qué más podemos pedir", concluye Sánchez.

Esta madrugada despiezarán el ejemplar y desde la mañana empezarán a repartir en la tienda de Esnabide los pedidos