El paseo de Sarrueta de Martutene, entre el puente del Polígono 27 y el centro del barrio, estará abierto en mayo a vehículos y peatones, según prevé la Agencia Vasca del Agua URA, que está ahora dando los últimos retoques a la zona, dotada de un paseo peatonal y ciclista inundable, así como una nueva carretera situada a una cota más elevada.

Hace un año, responsables de URA y del Ayuntamiento de Donostia acudieron a conocer cómo había quedado el ensanchamiento del cauce en este punto, una actuación que ha sido la última en el tramo donostiarra para evitar las reiteradas inundaciones en el entorno.

Con la ampliación del cauce del río a casi el doble en algunos puntos, finalizaban seis años de trabajos para conseguir que los episodios de fuertes lluvias se traduzcan en crecidas de agua que afecten a los edificios de la zona. Entonces, estaba previsto que en otoño de 2021 se abriese el paseo de Sarrueta al tráfico de peatones, ciclistas y peatones entre los puentes de Martutene y el Polígono 27.

Sin embargo, distintos problemas de asentamiento en el terreno han alargado los plazos más de lo anunciado. En concreto, según explicó URA a este periódico, en los últimos meses se ha terminado de ejecutar en la margen izquierda del río el tramo de colector de aguas residuales, que funcionará por gravedad y que explotará Aguas del Añarbe.

Este tramo tiene unos 200 metros entre el nuevo tanque de tormentas, que recoge las aguas residuales de la zona de Apostolado, hasta la nueva estación de bombeo. La ejecución del este tramo ha sido "especialmente compleja", dijo URA, porque su trazado se ha llevado a cabo a bastante profundidad, por debajo del lecho del río con el fin de respetar la pendiente, y en este punto la consistencia del suelo es mala.

Así, se produjeron problemas de asentamiento, a pesar de lo cual era necesario mantener la pendiente del colector, una actuación que finalmente se podido completar.

Una vez terminado el colector se ha construido un lezón (montículo elevado sobre el terreno) por encima del trazado del colector, que servirá también como contención de las aguas en momentos de crecida.

Con el final de estas obras, ha terminado la actuación del Gobierno Vasco para la defensa ante inundaciones con el objetivo hidráulico de proteger el barrio frente a las avenidas de agua de 500 años de período de retorno.

En la actualidad, URA está llevando a cabo los últimos trabajos de urbanización de la zona y de instrumentalización de la nueva Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR), que explotará Aguas del Añarbe. Todo ello, deberá estar terminado para el 30 de abril. Por ello, la Agencia Vasca del Agua prevé abrir el paso a peatones, ciclistas y coches en mayo.

Desde que comenzaron las actuaciones en el tramo donostiarra del Urumea para evitar inundaciones en Martutene se han acondicionado 1,4 de río kilómetros de río. En algunos puntos se han ensanchado y en otros también se ha encauzado. Además, se han creado tanques de tormentas y se han renovado puentes, con una inversión total de 35 millones de euros. La intervención se completará a partir de ahora con otras obras aguas arriba, fuera del término municipal de Donostia.

Por su parte, el Ayuntamiento de Donostia ha participado en la financiación de la operación aportando distintos terrenos, que fueron expropiados, para la ejecución de las obras.

Cuando se abra a los paseantes, el nuevo paseo de Sarrueta mostrará el horno de cal de Latsuene, de finales del siglo XIX, que fue desmontado y reconstruido unos metros más hacia el Polígono 27 para evitar su destrucción con las obras.

La ampliación de la capacidad hidráulica del Urumea a su paso por Donostia permitirá, además, seguir con los planes urbanísticos para toda la vega del río, entre los que se encuentra la construcción de la segunda fase del barrio de Txomin Enea. Para ello, será necesario terminar primero la nueva cárcel de Zubieta, cuyas obras han comenzado, y derribar la actual.