El Ayuntamiento de Donostia colocará este próximo sábado una placa memoria de Eugenio Olaciregui, asesinado por ETA el 30 de enero de 1997, hace justo 25 años. Con este acto sumarán 20 las placas que el Consistorio donostiarra ha colocado en la ciudad dentro de la iniciativa impulsada desde la pasada legislatura para dar visibilidad en el espacio público a las víctimas del terrorismo y la violencia política.

El acto tendrá lugar a las doce del mediodía en el número 14 de la calle Bordatxipi de Ategorrieta-Ulia y consistirá, como en otras ocasiones, en un sencillo homenaje de reconocimiento en el que participará el alcalde, Eneko Goia, y representantes de los grupos municipales del Ayuntamiento. Previamente, como es habitual, se reunirán con la familia en un acto privado en el Consistorio.

Eugenio Olaciregui fue asesinado el 30 de enero de 1997, cuando salía de su domicilio en el barrio donostiarra de Ategorrieta para dirigirse a trabajar a Oiartzun, donde estaba empleado en un establecimiento de venta de bicicletas. Un miembro de ETA le disparó por la espalda y lo mató.

Para justificar el crimen, ETA relacionó a Olaciregui con la detención de Valentín Lasarte unos meses antes. Lasarte, que era buscado por la policía, había acudido al establecimiento donde trabajaba la víctima a comprar una bicicleta. Sin embargo, años después, fue el propio Lasarte el que desveló en el juicio que cuando fue arrestado por la Ertzaintza, los agentes que lo detuvieron le confesaron que su captura se debió a la información proporcionada por una mujer.

Cuando se conoció esta información, 15 años más tarde, la familia de Olaciregui compareció públicamente para denunciar que "la equivocación suprema es el asesinato en sí, sea de quien sea". Sus allegados hicieron público un comunicado en el que criticaron que su hermano fue tratado de "chivato" por sus asesinos.

Ante esto, dijeron no aceptar "la lógica macabra de la equivocación" de ETA, puesto que "la equivocación suprema es el asesinato en sí, sea de quien sea. Ningún asesinato está justificado, porque asesinar a una persona no es defender un ideal".

Además, reconocieron que la acusación "incierta de delator" que ha pesado sobre Olaciregui ha supuesto para ellos "una condena añadida. Nos hemos sentido ignorados, incomprendidos e incluso despreciados por un importante sector de la sociedad que ha hecho que esa carga sea para nosotros aún más pesada, más dolorosa".

recuperar la memoria

De esta manera, el Ayuntamiento continúa desarrollando esta iniciativa para recuperar la memoria y visibilización en el espacio público de aquellas víctimas de motivación política que perdieron la vida en la ciudad.

Hasta el momento, se han colocado placas en los lugares en los que fueron asesinados Juan María Araluce, José María Elícegui Díez, Antonio Palomo Pérez, Luis Francisco Sanz Flores, Alfredo García González, Gregorio Ordóñez Fenollar, Francisco Martín González, Fernando Múgica Herzog, Rafael Garrido Gil, Daniela Velasco Domínguez de Vidaurreta, Daniel Garrido Velasco, Miguel Paredes y Elena Moreno - asesinados todos ellos por ETA -, Enrique Cuesta, Antonio Gómez y Juan Manuel García Cordero -asesinados por Comandos Autónomos Anticapitalistas-, Begoña Urroz Ibarrola - asesinada por el DRIL -, Mari Jose Bravo del Valle -asesinada por el Batallón Vasco Español- y Joseba Baradiaran Urkola - víctima por acción policial.