El Ayuntamiento de Donostia destinará a lo largo de 2022 una cantidad inicial 285.120 euros para los centros hosteleros (bares y restaurantes) que participan en la iniciativa Otorduak II, destinada a la alimentación de personas sin hogar.

Así lo anunció el alcalde, Eneko Goia, tras la aprobación por parte de la Junta de Gobierno de este martes de la convocatoria de ayudas a los establecimientos hosteleros que toman parte en la iniciativa, que se ha estrenado a lo largo de este año.

Una vez vistos los resultados, el Consistorio ha decidido afianzar la experiencia y crear una convocatoria para la concesión de subvenciones, que permitan que las personas en situación de exclusión social que residen en Donostia, y que sean aptas para compartir los comedores con el resto de clientes, puedan alimentarse correctamente en estos establecimientos.

Actualmente, hay quince establecimientos de hostelería de la ciudad, la mayor parte en la zona central, que participan en el programa Otorduak II. Por la iniciativa han pasado 58 comensales a lo largo del año. En la actualidad son 43 las personas sin hogar que se alimentan en estos establecimientos, por los que hay cinco plazas disponibles para quienes cumplan las condiciones.

Los beneficiarios de este programa son designados por los servicios sociales del Ayuntamiento, en función de su situación y estado personal, para acudir a estos restaurantes. Además de comer en el lugar reciben un bolsa con alimentación para la cena. No se sirve alcohol y siempre hay una alternativa sin cerdo para quienes profesan la religión islámica.

“La finalidad es asegurar la ingesta diaria de alimentos suficiente y adecuada, fomentando de esta manera la permanencia en un entorno normalizado y no estigmatizado”, destacó Goia.

La propuesta está especialmente destinada a quienes no pueden alimentarse correctamente en los lugares en los que duermen. Cada restaurante o bar se ocupa de unas cuatro o cinco personas sin hogar a diario.

La conexión de los servicios sociales del Ayuntamiento de Donostia con los restaurantes llegó tras un periodo de análisis de la situación, ya que el Consistorio no tiene un comedor social, como existe en otras ciudades, y los proyectos para crear uno en la Parte Vieja quedaron descartados hace unos años.

El programa de alimentación Otorduak II sigue la senda de Otorduak I, que comenzó en 2015 en el barrio de Intxaurrondo y ahora se extiende también a las zonas de Altza y Larratxo. En este caso, las personas no acuden a restaurantes sino que reciben en sus casas táperes con comida cocinada. En la actualidad, unas 25 personas reciben este tipo de menús.

Por otra parte, el Ayuntamiento ofrece también subvenciones económicas a determinadas familias para garantizar su alimentación.

La nutrición de las personas en exclusión social se lleva a cabo también por medio de otras entidades, como Cáritas, que tiene un comedor social. Asimismo, hay iniciativas ciudadanas en la Parte Vieja y Egia, donde se reparte comida en la calle a los necesitados.