- Lleva 40 años diseñando y elaborando las joyas que lleva a los mercados. Tantos años de experiencia han hecho que tenga su clientela, pese a lo que 2020 fue también para él un año duro. Este año lo afronta con más ilusión.

Mirando al futuro tras un año muy complicado.

-Sí, porque nosotros, aunque tengamos clientela local porque llevamos mucho tiempo en esto, en la temporada de verano las ventas las tenemos principalmente con visitantes y turistas. Este año parece que se nota la subida de turismo, pero el pasado se notó su ausencia.

¿Menos mercados?

-La verdad que pese al parón por el confinamiento hemos tenido la suerte de que tanto Ayuntamiento como Diputación nos han apoyado. Pero lo cierto es que hemos hecho actividades, muchas, para recordar que seguíamos existiendo más que para vender. Cuando la hostelería estaba cerrada no andaba un alma, por ejemplo, en el mercado de artesanía que hacíamos en La Bretxa. Era todo un poco testimonial.

Todavía queda por andar

-No nos podemos retrotraer a los datos de 2019 pero con respecto a 2020 las cosas han mejorado. Hay más gente, se ve más turismo. Estamos veniendo. No para tirar cohetes, pero para lo que ha sido esto es una maravilla.

¿Qué tipo de joyas elabora?

-Llevo 40 años en el oficio y fundamentalmente hago trabajos de joyería en plata y piedras semipreciosas.

  • Lea más: el mercado de artesanía recupera ventas

¿Tiene mucho cliente local?-Tras tanto tiempo sí que lo tengo. Me llaman al taller a pedir cosas. Pero en verano se vende a los turistas y aquí, sobre todo, al turista estatal: madrileños, catalanes y de Navarra. Si les deseo que haya sol, me dicen que no, que quieren que siga este tiempo. Que lo venian buscando.

¿Volverá usted también en septiembre?

-Sí. El Ayuntamiento lo ofreció para dar un poco de vidilla, porque al estar todo suspendido esto también da algo de ambiente.