os hace más que ilusión volver porque San Sebastián es la única capital del País Vasco que ha mostrado sensibilidad hacia los compañeros del sector, que llevan parados quince meses". Así de rotundo se mostraba ayer el secretario de la Asociación de Feriantes del País Vasco, Alberto Domínguez, contento por poder reanudar la actividad y poner en marcha desde el domingo una treintena de atracciones en el Paseo Nuevo donostiarra.

No habrá noria, porque el Ayuntamiento no ha dado permiso a causa del gran espacio que necesitaría con las medidas anticovid, pero sí ocho aparatos grandes para adultos, entre ellos, los autos de choque, Flik flak, Speed, la nube gigante, la barca vikinga, el dragón y el saltamontes. Además, también habrá cuatro ferias infantiles, como el dragoncito, la pequeña pista de autos de choque y otros tiovivos. Se añadirán una quincena de barracas de habilidad, tiro, etc... En total, serán una treintena de puntos de diversión, en los que trabajarán más de un centenar de personas. "No solo estarán los autónomos feriantes sino los contratados que se suelen sumar en estos momentos", explica el portavoz.

Los precios infantiles serán de 2,5 euros el viaje (12,5 el abono de seis) y los de adultos, de 3,5, excepto en las ferias especiales, que serán de cuatro, 50 céntimos menos que hace dos años. El día popular los precios serán de dos euros para mayores y de 1,5 para niños.

Fuera de la Comunidad Autónoma Vasca, Pamplona también ha acogido las barracas festivas, así como Logroño y algunas ciudades de Andalucía, recuerda Domínguez. Sin embargo, para el representante de los feriantes, el trabajo en estos lugares no es suficiente para unos profesionales que, en muchos casos, están pasando "graves apuros económicios".

En la madrugada de ayer miércoles llegaron al Paseo Nuevo un buen número de atracciones que, sumadas a las que empezaron a montarse antes, suponen el grueso de las que ocuparán el recinto. El espacio será igual que siempre aunque con las barracas más separadas para mantener las distancias debidas por el covid.

En concreto, habrá una separación de entre tres metros y medio y seis, "lo que no se ha visto en la vida", dice Domínguez, que añade que todos los aparatos se desinfectarán en cada viaje con el fin de garantizar la salud. Además, no se podrá entrar al recinto festivo sin mascarilla y habrá personal de Donostiako Festak en las entradas, que se cerrarán cuando se haya llenado el aforo. Unos semáforos permitirán o no ingresar en la zona de barracas, según la cantidad de personas que haya.

Desde el pasado lunes, el paseo marítimo junto a Urgull está cerrado al público para llevar a cabo los trabajos de montaje de las distintas atracciones, que funcionarán entre el 1 y el 15 de agosto en la capital guipuzcoana, después de que el pasado año no se pudiese celebrar la tradicional cita a causa de la pandemia.

En principio, el recinto ferial del Paseo Nuevo se abrirá el domingo a las 16.30 horas y estará en funcionamiento hasta las 11.30 horas durante los quince días previstos. No obstante, el horario podrá ampliarse o reducirse cada día en función de las indicaciones de las autoridades.