La plataforma Bizilagunekin y tres asociaciones naturalistas han mostrado este miércoles su "disconformidad" con el plan de gestión que el Ayuntamiento de Donostia ha hecho sobre la obra artística de Cristina Iglesias de la isla de Santa Clara porque "profundiza en la turistificación de la ciudad".

Ésta es una de las críticas sobre la explotación de Hondalea que hacen la Plataforma de Donostiarras por el Decrecimiento Turístico Bizilagunekin, las asociaciones Haritzalde y Parkea Bizirik Kukulunbera, y el grupo ecologista Eguzki, en un comunicado conjunto difundido este miércoles.

En su opinión, las condiciones y limitaciones de aforo establecidas para las visitas condiciones y limitaciones de aforo a la escultura "parecen a priori aceptables para la protección de la isla" pero plantean "un margen excesivo para la ambigüedad y excepcionalidad" ya que abren la puerta a "posibles permisos para usos especiales", de manera que "los criterios de gestión" de la obra y su entorno no son "concretos" ni "firmes.

Las cuatro entidades sostienen que la gestión anunciada "no tiene ningún soporte legal" porque "no se ha ejecutado mediante una forma normativa de carácter administrativo", lo que equivale a no dar "ninguna garantía legal de respeto y ejecución".

También denuncian que "prevalece la visión a corto plazo" porque "sólo se establecen criterios de gestión para el año 2021" y eso genera "gran incertidumbre". Se mantiene por tanto "el objetivo de profundizar en la turistificación de la ciudad", señalan las asociaciones, que agregan que la casa del faro y la isla "ya han sido transformados en productos turísticos" pese a que, según advierten, esta última es "un espacio de gran valor natural".

Piden finalmente a las instituciones que inicien la tramitación correspondiente para integrar la zona de Santa Clara e Igeldo en la Red Natura 2000.