El Ayuntamiento de Donostia dará un mes de tregua a las multas, tras la transformación de la ciudad en Zona 30. Así lo señaló este viernes la concejala de Movilidad, Pilar Arana, en la colocación de la primera de las 17 señales que se encontrarán los conductores en las distintas entradas de la capital guipuzcoana para informar de la nueva velocidad máxima general, que será la permitida a partir de las 11 de mayo.

Arana recordó que la moratoria de sanciones no tendrá lugar en toda la ciudad, sino solo en aquellos lugares que verán reducida la velocidad permitida desde el martes causa de la nueva normativa. Es decir, en las zonas que ya tenían una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora los conductores sí podrán ser sancionados. "No habrá multas, pero con matices. Cerca de los centros escolares no ha cambiado la velocidad, como sucede en Jesuitas, La Asunción o Aldapeta, y allí sí se podrá multar. También en sitios sensibles", dijo la concejala, que añadió que en los demás viales que cambien su velocidad máxima se verán agentes de movilidad "pero solo irán a medir las velocidades".

De hecho, el mes sin multas servirá para que el Ayuntamietno vaya estudiando la realidad de la conducción en las distintas calles y tome decisiones en caso de necesitarlo. El transporte público, por ejemplo, se verá afectado por la normativa "sobre todo las líneas que andan justas ahora", dijo Arana, que no descartó cambiar algunas velocidades más adelante.

Por otra parte, Arana manifestó que el lugar elegido para colocar la primera señala de ciudad 30, en la rotonda del final de la avenida de Zarautz, muestra la filosofía que pretenden aplicar el Ayuntamiento al cambio de velocidades. "El vial más residencial (avenida de Zarautz) a ser 30 y el del transporte público entre 40 y 50, para que pierda menos". "Es indudable que el transporte público se verá afectado porque son criterios contrarios a ellos, que querrían ir a 50", añadió.

La concejala señaló que, tras los anuncios ya realizados, se nota que los conductores ya han pisado el freno en numerosas vías donostiarras, como el paseo de La Concha, donde se nota una reducción de la velocidad.

Una vez colocadas todas las señales de 30 kilometros por hora en las entradas a Donostia se decidirá si tras los tramos de mayor velocidad autorizada se volverá a colocar otra similar o la de fin de 30. "Lo dejamos en manos de los técnicos", anunció la edil.