- El convento de María Inmaculada, de la avenida de Ategorrieta, será finalmente hotel y el solar acogerá un nuevo edificio con el mismo cometido, que completará la manzana y tendrá fachada a la calle José María Soroa. Así estaba previsto en el estudio de detalle que el pasado jueves iba a recibir el visto bueno definitivo del Pleno de Donostia, un trámite que fue suspendido después de que la congregación de María Inmaculada, propietaria del solar y que había proyectado construir un edificio para usos educativos, anunciase que cerraría el actual colegio de Formación Profesional a fin de curso.

El anuncio, contrario a lo anunciado hasta el momento por la orden religiosa, llegó al día siguiente de que la comisión de Urbanismo, órgano que da luz verde a este tipo de planes antes de pasar por Pleno, aprobase el estudio de detalle para la renovación del solar, manteniendo el antiguo convento centenario.

El cambio de criterio dado a conocer por las religiosas fue mal acogido dentro del Gobierno municipal, que había trabajado en un proyecto urbanístico en el que una de las construcciones reservaba espacio para el traslado del colegio, un centro docente con 175 alumnos y una docena de profesores.

Al departamento de Urbanismo de Donostia ha llegado la idea de que los nuevos espacios educativos previstos en el estudio de detalle se convertirán en una residencia de estudiantes, un tipo de alojamiento que, como en otras instalaciones, cuando no hay clases, se convierte en hotel, de modo que funcionaría como un servicio más del complejo de alojamiento.

A pesar del malestar suscitado por lo que algunos en el Ayuntamiento consideran un engaño de la orden religiosa, no parece que se pueda anular todo el planeamiento por este motivo, por lo que el proyecto de transformar el convento y su manzana en hotel seguirá su curso hasta convertirse en realidad.