l edificio Iturritxo de Ategorrieta, una construcción de 1929, está en la última etapa de la transformación iniciada en mayo del año pasado para convertirse en un inmueble eficiente energéticamente, además de accesible, gracias a la colocación de un ascensor antes inexistente. La obra, además, conlleva la instalación de tendederos ocultos al exterior, lo que permitirá a sus vecinos no tener que tender la ropa en la calle, y ha recuperado los antiguos balcones de forja, tras haber sido restaurados. Para cumplir con las actuales normas, las barandillas se han colocado diez centímetros más arriba.

El objetivo de la singular obra se enmarca dentro del Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación Euskadi 2020 del Gobierno Vasco que, en términos de rehabilitación, busca "optimizar el rendimiento energético de la envolvente y las instalaciones, empleando materiales naturales y técnicas constructivas sostenibles", explica el departamento de Vivienda.

En las renovadas paredes del Iturritxo se han combinado los sistemas de aislamiento Sate, que deben ir anclados para soportar el peso del revestimiento, así como fachadas ventiladas. Se han utilizado placas de aglomerado de corcho y acabado también de corcho proyectado para conseguir que no se pierda energía. También se han colocado celosías de aluminio para ocultar los tendederos y cumplir así con las actuales normativas.

El proyecto de rehabilitación también ha afectado a la cubierta, que se ha dotado de una nueva envolvente térmica, además de actualizar las instalaciones de agua y electricidad, que han sido centralizadas. El nuevo ascensor instalado es de tipo regenerativo, es decir, que produce electricidad según las cargas y el sentido, con lo que permite ahorrar energía.

El viejo edificio también ha sido objeto de reparaciones en algunos puntos de la estructura y la cimentación, que estaban en malas condiciones. Asimismo, se ha canalizado el agua alrededor del inmueble mediante zanjas perimetrales y un pozo.

Una vez finalizadas las obras esta primavera, los residentes en el edificio podrán comprobar en todo momento su gasto de electricidad y calcular sus consumos diario y mensual, lo que favorecerá un control del gasto.

El Iturritxo, de cuatro plantas, fue traspasado por el Instituto Nacional de Vivienda al Gobierno Vasco y acoge en su interior ocho pisos de alquiler social gestionados por Alokabide, así como cuatro de propiedad particular. Fue elegido por el departamento de Vivienda del Gobierno Vasco para estrenar el programa Zero Plana, que prevé trabajar en 136 bloques de 7.500 viviendas públicas de Euskadi para convertirlos en eficientes energéticamente. El programa tiene un horizonte de 30 años y un coste total previsto de 193 millones de euros.

Tras el Iturritxo, otros dos edificios -en Amurrio (Araba) y Ortuella, (Bizkaia)- serán objeto de la misma transformación. El presupuesto para los tres asciende a cuatro millones de euros.