- La primera atracción del parque de Igeldo está antes de llegar a su cima. El funicular que ha hecho las delicias de niños y familias desde hace más de cien años podría estar a punto de cambiar de manos. El anteproyecto de Ley de Transporte por Cable del Gobierno Vasco prevé transferir la gestión del funicular al Ayuntamiento de Donostia, algo que desde el parque desconocen en qué se traduciría y si así llegaría su necesaria restauración.

“Está por ver qué pasa con él. Hace falta una inversión económico, pero no es un servicio público por mucho que se diga que sí lo es. Pasa de un espacio privado -la estación situada en el parque del funicular- a otro -el propio parque-”, indica la directora del complejo de atracciones, Pilar Pascual, que confía en que se pueda celebrar un reunión con el Consistorio antes de que se dé el paso de la transferencia.

No obstante, esta no cree que se lleve a cabo a finales de 2022, cuando estaba prevista inicialmente. “Ya hubo un intento anterior en 2012, por lo que es algo que se esperaba desde hace tiempo. Pero no tengo muy claro en qué medida nos va a afectar”, aclara.

Para la directora, el funicular necesita una remodelación urgente, algo que no sabe cómo se vería entre los donostiarras de llevarse a cabo con dinero público, puesto que, aunque su competencia sí lo es, su función sigue siendo “la de trasladar personas de una propiedad privada a otra”.

“Parece que, a veces, la gente se piensa que el parque de atracciones de Igeldo cuenta con financiación pública, pero no la hay”, aclara, añadiendo que “no cuesta ni un solo euro a los donostiarras”. “Es una suerte que no se da en ningún otro sitio. Ya les gustaría a muchos lugares poder presumir de un parque de atracciones sin salir de la misma ciudad y que encima se autogestione”, concluye.

El cambio de normativa pondría en el tejado del Consistorio donostiarra la necesaria remodelación de este transporte