- La asociación de vecinos de Amara Berri ha vuelto a reivindicar la colocación de un radar en Carlos I, una demanda de hace más de diez años que, a pesar de contar con el visto bueno de las instituciones implicadas, sigue sin ejecutarse. Por eso, la asociación ha colocado carteles en los portales del barrio y ha recabado también el apoyo de dos centros escolares de la zona (Amara Berri y Catalina de Erauso), ya que muchos de sus alumnos atraviesan a diario la citada calle para ir a clase.

La situación de Carlos I mejoró con la reforma realizada hace cinco años, en la que se igualó la calzada en gran parte de esta calle (excepto en el tramo final, donde se mantiene el viaducto de acceso a la Variante), permitiendo a los peatones atraversarla por varios pasos de cebra. Se colocaron, asimismo, semáforos, pero no siempre consiguen reducir la velocidad del tráfico que sigue atravesándo el vial.

El problema radica, sobre todo, en el carril de entrada a Donostia, ya que los vehículos procedentes de la GI-20 suelen acceder a la ciudad de forma bastante habitual por encima de la velocidad permitida (50 kilómetros por hora) si encuentran el semáforo en verde.

Por eso, el principal objetivo del radar, en opinión de la asociación de vecinos, es conseguir reducir la velocidad y aumentar, de ese modo, la seguridad de los peatones. Además, si se modera la velocidad del tráfico, disminuirá también la contaminación acústica y ambiental, recuerdan.

El Ayuntamiento se ha mostrado en más de una ocasión partidario de la colocación del citado radar, pero el problema parece que radica en que hay tres instituciones implicadas en este vial. A pesar de estar integrada en parte en el entramado urbano, la titular de la carretera es la Diputación de Gipuzkoa y la institución que debe decidir y ejecutar la instalación del radar es el Gobierno Vasco. El alcalde, Eneko Goia, anunció en febrero del año pasado que finalmente habían llegado a un acuerdo con los responsables de Lakua para la instalación del radar, pero casi dos años después sigue sin colocarse.

La asociación de vecinos no se explica la demora, sobre todo teniendo en cuenta que las tres instituciones son favorables a la colocación del aparato. Por eso, han decidido volver a movilizarse.