- A buen ritmo. Así marchan las obras de ampliación y renovación del polideportivo de Labegaraieta. Todas las miradas están puestas en el primer mes del año para dar por terminada la cura de rejuvenecimiento de este equipamiento, al que desde su inauguración en 1987 apenas se le ha metido mano. El Consistorio bergarés espera que los trabajos concluyan "a mediados de enero", con el objetivo de que el reformado edificio esté listo para su apertura "de cara a finales de ese mes". No obstante, la situación sanitaria marcará las condiciones de uso de las instalaciones.

La rehabilitación de Labegaraieta traerá consigo un desembolso económico de 2,6 millones de euros; una inversión para las arcas públicas que se verá aliviada en parte con la ayuda de 589.720 euros, consignados entre 2019 y este año, que la Diputación aprobó en el marco del programa dirigido a respaldar las mejoras en infraestructuras deportivas. En principio, la subvención obliga a acometer los trabajos en plazo, sin embargo, en una situación cambiante como la actual, aunque su afección no ha provocado demasiados retrasos, el Ayuntamiento ha querido cubrirse las espaldas solicitando una prórroga al ente foral. "Tenemos de plazo hasta febrero, pero nuestra intención es tener terminada la reforma en enero", manifestó esta semana el alcalde, Gorka Artola, en la visita a las obras.

Otros 2.885 euros apoyan el proyecto por tratarse de un inmueble incluido en el catálogo del patrimonio industrial (su recuperación hace más de tres décadas permitió reutilizar para usos públicos esta nave industrial del antiguo parque de chatarra de Unión Cerrajera).

La actuación, adjudicada a Construcciones Artzamendi, se está desarrollando en clave de accesibilidad, mediante la instalación de un ascensor y rampas para facilitar los movimientos de los usuarios. El peso de Labegaraieta recae, no obstante, en su cancha polivalente que se renueva por completo. Así, su pavimento será sustituido por un nuevo parqué de madera que se prevé colocar "en las próximas tres semanas".

En cuanto al rocódromo, se amplía al doble su espacio y se cierra, y debajo se ubican el gimnasio y almacenes. En la primera planta, por su parte, se sitúan el local de esparcimiento vecinal y la sala para los clubes. Además, el graderío actual de la cancha pierde aforo, que se compensa con nuevas gradas a los laterales, y se incorpora un sistema de calefacción. El bar también se reforma y gana en comodidad.

La ampliación se consigue con un nuevo módulo que se ha adosado a la fachada sureste, y que alberga tres vestuarios dobles (uno adaptado), otro para árbitros, dos baños y el local de los piragüistas de Beti Busti.