El Servicio Vasco de Salud, Osakidetza, proyecta cerrar los quirófanos del Hospital del Bidasoa durante las obras de reforma del bloque quirúrgico, que durarán 18 meses, una medida a la que se oponen los servicios médicos que operan en estas instalaciones.

Los servicios de Traumatología, Anestesiología y Reanimación, Urgencias y Enfermería de Quirófano han mostrado, en sendos escritos, su oposición al cierre total de los quirófanos del Hospital Comarcal del Bidasoa, que conllevará el traslado de esta actividad a Onkologikoa de Donostia.

Osakidetza ha informado, en un comunicado remitido a EFE, que el proyecto de reforma del bloque quirúrgico está "aún sin cerrar" y no es "definitivo", aunque ha defendido su necesidad, ya que "redundaría en una mejor calidad de la asistencia en la comarca y el territorio".

El proyecto "supondría realizar obras en las actuales instalaciones imposibilitando su uso para realizar intervenciones".

"Es por ello que se está estudiando la posibilidad de realizar las intervenciones quirúrgicas correspondientes en otro lugar. Se trataría de una medida provisional y temporal hasta la finalización de los trabajos de modernización de las estructuras", ha indicado Osakidetza, que no ha informado sobre los plazos de las obras. Osakidetza ha aclarado que ofrecerá más detalles "cuando el proyecto y la importante inversión sean definitivas".

Este hospital cuenta con cinco quirófanos y da servicio a Irun, Hondarribia y algunos pueblos del norte de Navarra, lo que suma en total cerca de 90.000 personas.

No obstante, la dirección de la OSI Bidasoa remitió un mensaje al personal afectado el pasado 10 de septiembre en el que informó de que la Dirección General de Osakidetza "ha aprobado el proyecto de modernización del bloque quirúrgico del Hospital de Bidasoa".

En este mensaje, al que ha tenido acceso EFE, se detalla que el coste de las obras rondará los 9 millones de euros y sitúa en marzo de 2022 el inicio de las intervenciones quirúrgicas en Onkologikoa.

La obra por fases, como alternativa

Los primeros en manifestar su oposición fueron los profesionales del servicio de Traumatología, que propusieron la creación de un bloque quirúrgico modular adyacente al hospital o replantear las obras para ejecutarlas en dos fases, manteniendo la actividad quirúrgica.

El último servicio en expresar su desacuerdo con la medida es el de Anestesiología y Reaminación, que destaca, en un comunicado fechado ayer, que se trata de "la primera vez que en un hospital púbico se va a suprimir la actividad quirúrgica en su totalidad (urgente como programada) durante al menos 18 meses".

Los sanitarios lamentan que se plantee trasladar la actividad quirúrgica a otra ciudad, ubicada a 25 kilómetros, lo que "supone añadir un nuevo trastorno a los enfermos y sus familiares", además de considerar que Onkologikoa "no ofrece la misma calidad y seguridad asistencial a los pacientes" que el Hospital del Bidasoa.

"Solicitamos un replanteamiento del proyecto actual que cumpla las necesidades de la población sin ocasionar todos estos perjuicios", manifiestan los integrantes del servicio de Anestesiología y Reanimación, que plantean como alternativa "la posibilidad de realizar las obras por fases o la construcción de un edificio anexo".

En similares términos se expresó el servicio de Urgencias, que en un escrito fechado el 4 de octubre asegura entender que la reforma "sea necesaria", aunque no comparte que deba "realizarse de una sola vez"